“LA RESPONSABILIDAD DE LOS GOBERNANTES ANTE LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES” - Radio Epicentro Blog

22 noviembre, 2023

“LA RESPONSABILIDAD DE LOS GOBERNANTES ANTE LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES”

 

“LA RESPONSABILIDAD DE LOS GOBERNANTES ANTE LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES”



 


"La construcción social del riesgo ha sido una constante en muchas partes de nuestro territorio, en un mayor sentido debido a la ignorancia, el desconocimiento, además de una planificación nula de desarrollo territorial. Esto, ha causado un número impresionante de desastres".

 

Con el impacto del Huracán Otis, una vez más se pone de manifiesto la carencia de una atención seria por parte de la clase política a la protección de sus gobernados y representados, según sea el caso. El desconocimiento, la falta de atención y, no en pocos casos, la indolencia al tema, no sólo cobra factura por los daños y pérdidas en infraestructura urbana, vías y canales de comunicación, y un sinfín de impactos económicos, sino también en la pérdida de vidas.

 

Si bien es cierto que “no pasa nada, hasta que pasa”, los gobiernos estatales y locales tienen la responsabilidad de proteger la vida, el entorno y el medio ambiente en sus territorios, y contar con personal cualificado para el desarrollo de las tareas que implica la Gestión del Riesgo de Desastres, cuyos procesos involucran gobernanza, transversalidad e inclusión, así como el fomento de la participación social para la comprensión del riesgo. No hay un solo estado de la República Mexicana que no tenga amenazas, y la sociedad debe asumir la responsabilidad también de conocerlas.

 

Son muy pocas las entidades federativas que cuentan con planes y programas para gestionar el riesgo, casualmente son aquellas donde se encuentran especialistas y expertos al frente de la institución dedicada a la Protección Civil; no debe ser un puesto político como pago de campaña, no debe ser un puesto que designe a la ligera. Hay trabajo serio por realizar en cada municipio y en cada estado, y no lo puede realizar gente que ni siquiera sabe lo que es un Atlas de Riesgos, y mucho menos para qué sirve y cómo se opera.

 

Las áreas de Protección Civil y Gestión del Riesgo de Desastre deben ya ser visibilizadas y apoyadas por los tomadores de decisiones, así como equiparlas debidamente con Sistemas de Alertamiento Temprano, vehículos, equipos de rescate, equipo de computo adecuado y actualizado, centros de monitoreo, y, sobre todo, personal cualificado. Y, por dios, no deben estar subordinadas a las áreas de Seguridad Pública.

 

Los desastres, además del impacto destructivo que implican, tienen consecuencias políticas. En 1810, lo primero que se ataca en el movimiento de independencia, fue la Alhóndiga de Granaditas, no porque ahí se escondían los realistas, sino porque en ella se guardaba el grano, y ya habían pasado 7 años de sequía, la gente no tenía qué comer. En otro ejemplo, y sin afán de polemizar, los sismos de 1985 cobraron políticamente la factura del desastre (recordar quién ganó las elecciones en 1988 y el incendio de la cámara de diputados en pleno colegio electoral ese mismo año).

 

No sabemos cuándo hará erupción un volcán, ni cuando será el próximo sismo, y seguramente volverá impactar un huracán de la misma categoría que Otis en cualquier parte de los más de 11mil kilómetros de litorales de nuestro país, seguirá lloviendo “atípicamente” y se generarán inundaciones, y deslizamientos de tierra. Aquí es donde la clase política debe actuar con responsabilidad y dejar que se realicen labores de prevención, de preparación, de mitigación, que se haga gestión prospectiva y gestión correctiva, de manera profesional y sensata y con gobernanza.

 

No existe, en este momento al menos, ningún fondo que apoye a la recuperación y reconstrucción tras un desastre, y la lógica marca que, entonces, debe de ponerse mucho mayor atención en la prevención y en la gestión del riesgo, con apoyo profesional, sin ocurrencias ni caprichos… Hoy, estamos a tiempo de prepararnos para el siguiente impacto.

 

Dr. César Orlando Flores Sánchez

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