Migración del Servicio Militar Nacional al Servicio Cívico Nacional.

 

Migración del Servicio Militar Nacional al Servicio Cívico Nacional.*

*Extracto de la Tesis Doctoral  “GOBERNANZA EN LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRE Y SU IMPACTO EN LA SEGURIDAD NACIONAL EN MÉXICO.” ENAPROC- Chiapas.2022.

 

La necesidad de tomar medidas adecuadas para prevenir y repeler acciones hostiles, injustificadas o no, aunada a la situación que prevalecía en Europa a partir de 1939, fue el motivo de la creación del Servicio Militar Nacional, de tal manera que, a pesar de la tradicional política no intervención de nuestro país, que nunca ha albergado propósitos de carácter bélico, se juzgó conveniente fortalecer los efectivos del Ejército con reservas capaces de responder con éxito a las exigencias de una guerra, en su momento, moderna (https://www.gob.mx/sedena, 2020). Por esta razón, se crearon leyes y programas para adiestrar y alojar a soldados del Servicio Militar Obligatorio.

El día 19 de agosto de 1940, se promulgó la Ley y Reglamento del Servicio Militar, misma que fue puesta en vigor 2 años después, el 3 de agosto de 1942, por decreto del entonces Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Gral. Manuel Ávila Camacho, iniciándose la materialización de este servicio con los jóvenes varones en edad militar, nacidos en el año de 1924 (clase 1924) quienes fueron encuadrados eI 1/o. de enero de 1943 (https://www.gob.mx/sedena, 2020).

 

La Ley del Servicio Militar, establece                                                                         (https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LSM.pdf):

ARTICULO 1º.- De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 5º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se declara obligatorio y de orden público el servicio de las armas para todos los mexicanos por nacimiento o naturalización, quienes lo prestarán en el Ejército o en la Armada, como soldados, clases u oficiales, de acuerdo con sus capacidades y aptitudes.

ARTICULO 5º.- El servicio de las armas se prestará:

•       Por un año en el Ejército activo, quienes tengan 18 años de edad.

•       Hasta los 30 años, en la 1a. Reserva.

•       Hasta los 40 años, en la 2a. Reserva.

•       Las clases y oficiales servirán en la 1a. Reserva hasta los 33 y 36 años respectivamente y hasta los 45 y 50 en la 2a. Reserva.

A diferencia de otros países, en México dejó de tomarse con seriedad la idea del Servicio Militar, en tanto no se consideraba la posibilidad de una acción bélica en contra de nuestro territorio. Sin embargo, en Israel el servicio militar tiene una duración de 32 meses para varones y 24 para mujeres. En Bolivia, dura un año para varones de entre 17 y 22 años. En Colombia es obligatorio para varones de entre 18 y 24 años y voluntario para mujeres, con un periodo de prestación de 18 meses. En Cuba, por ejemplo, se mantiene a la edad de 17 años y con una duración de 24 meses; en Venezuela, a los 18 y por 30 meses; en Taiwán, a los 18 y por 24 meses; en Israel y en Egipto, a los 18 y por 36 meses (LA VOZ. ARGENTINA, 2020)

 

    Figura 1: Mapa del servicio militar internacional

Fuente: https://www.lavoz.com.ar/politica/el-servicio-militar-obligatorio-en-decadencia-nivel-global

 

    Figura 2 Servicio Militar en el mundo

Fuente: https://elordenmundial.com/mapas/el-servicio-militar-obligatorio/

Haciendo una evaluación histórica, desde 1942 nuestro país no ha sufrido la necesidad de enfrentar una Guerra Convencional; sin embargo, es absolutamente evidente que en las Fuerzas Armadas Mexicanas siempre recae, de alguna manera, el apoyo a la población civil en casos y zonas de desastre.

Aunado a lo anterior, si se considera el vacío consecuente de la desintegración del tejido social, la necesidad de fomentar valores en las nuevas generaciones, así como la cohesión social y colaboración solidaria, se podría proponer una nueva modalidad para llenar huecos que han quedado presentes en el desarrollo de nuestro país… (Flores Sánchez C. O., https://blog.radioepicentro.mx/2017/07/no-seria-mejor-que-elservicio-militar.html,

 2020)

 

Figura 3 Propuesta de Migración

Fuente: GOBERNANZA EN LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRE Y SU IMPACTO EN LA SEGURIDAD NACIONAL EN MÉXICO. Flores Sánchez. C.O. 2022

 

Como muchas veces se ha dicho, la ubicación geográfica de México, las condiciones meteorológicas y climáticas, e inclusive la población misma, exponen al territorio nacional a la mayoría de los agentes perturbadores, aun cuando muchos no lo acepten ni lo quieran entender.

Habiendo hecho estas tres consideraciones, es posible pensar en que el Servicio Militar Nacional, pueda migrar a una nueva modalidad, creando el Servicio Cívico Nacional, y que éste se preste de manera obligatoria por un periodo de 12 meses en calidad de conscripto, internado, y 6 meses en un servicio social, logrando un total de 18 meses, por todos los jóvenes de entre 16 y 20 años, de ambos géneros, pero con objetivos definidos tendientes a fortalecer los valores cívicos y patrióticos, fomentar la solidaridad y el altruismo y generar una parte importante de la Gestión del Riesgo de Desastre.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el censo 2015 destacó que en México hay una población de 37, 504,592 jóvenes de 12 a 29 años (Gobierno de México, 2020), de lo cual, mediante una Regla de Tres, se obtiene que hay 11,030,762 jóvenes de entre 16 y 20 años.

Actualmente, el Servicio Militar se lleva a cabo en cinco fases:

•         Alistamiento. - Que básicamente es el registro de aspirantes.

•         Sorteo. – Que determina quién y cómo cumplirá el Servicio.

•         Reclutamiento. – Que es fundamentalmente presentarse.

•         Adiestramiento. – Capacitación.

•         Liberación. – Entrega de Cartillas.

Lo que se propone con esta migración es que, al término de la educación media superior (Bachillerato), cada joven participe en un adiestramiento cívico-militar bajo un programa de formación ética, disciplinada y organizada, con el fin de alcanzar objetivos de aprendizaje que permitan la generación de adultos serios, responsables y útiles a la nación, y que sea con una condición de obligatoriedad, de manera que al término de este Servicio Cívico, se les entregue la Cartilla correspondiente, y qué ésta sea un condición sine qua non  para su ingreso a la educación superior, así como para cada trámite oficial que se requiera hacer (Licencia de Conducir, Credencial para Votar, Pasaporte, Matrimonio, apertura de cuentas bancarias, etc.).

 

          Figura 4 Procesos y Resultados

Fuente: GOBERNANZA EN LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRE Y SU IMPACTO EN LA SEGURIDAD NACIONAL EN MÉXICO. Flores Sánchez. C.O. 2022

 

Al igual que como se realiza por fases actualmente, el conscripto, una vez terminada su educación media superior, pueda inscribirse en las Juntas de Reclutamiento o de Registro, y se le asigne el lugar donde realizará su adiestramiento:

Alistamiento. – Registro del conscripto y designación de polígono.

Incorporación. – Alta en el polígono que se le haya designado.

Adiestramiento. – Periodo de 12 meses para su instrucción.

Adscripción. – Designación de la unidad donde cumplirá su servicio social.

Servicio Social. – Realización de actividades en proyectos sociales.

Liberación. -  Entrega de la cartilla correspondiente.

Al realizarlo, los jóvenes tendrían que sujetarse a una disciplina militar, no únicamente para aprender técnicas y tácticas de la milicia, o cuestiones castrenses, sino que en esa instrucción se les prepare para ser ciudadanos honestos, dignos y capaces de coadyuvar a la reconstrucción del tejido social.

Es obvio que se eliminarían los sorteos en los cuales uno podría quedar exceptuado de dicho servicio, lo que también reduciría considerablemente la corrupción existente en las Juntas Municipales de Reclutamiento, o en las oficinas establecidas para el caso.

El programa de formación puede estar basado en tres esquemas principales:

1.-  Instrucción Académica.- que incluiría la enseñanza de valores cívicos, como la ética, la convivencia social, la disciplina, el honor, la lealtad a la Patria, así como de diversos oficios, como carpintería, plomería, electrónica, electricidad, albañilería, mecánica, etc.

2.-  Instrucción Práctica.- En ésta, además de una instrucción militarizada (por ser la base de la disciplina), puede incluirse también, aquellos cursos que permitan la generación de Brigadistas Comunitarios. Es decir, Elaboración del Plan Familiar de Protección Civil, Uso y Manejo de Extintores, Primeros Auxilios, Prevención y Combate de Incendios, Comunicaciones, Técnicas Básicas de Búsqueda y Rescate, Operación y Administración de Albergues y Refugios Temporales, Operación de Centros de Acopio, Ayuda Humanitaria, Prevención y Combate de Incendios Forestales, así como la comprensión y conocimiento de los riesgos a los que está expuesto el país.

3.- Servicio Social.- Al término de su instrucción Académica y Práctica, el conscripto podrá ser asignado a una unidad militar, tanto de la Armada, como del Ejército o la Fuerza Aérea, únicamente para su administración, pero con la consigna de que ese grupo de conscriptos asignados, solamente realice labores de servicio social, como por ejemplo, mantenimiento a escuelas públicas, alfabetización, enseñanza de Salud Pública, atención comunitaria para la Reducción del Riesgo de Desastres, Actividades de Prevención, Preparación y Mitigación frente a Amenazas y Fenómenos Perturbadores, entre otras. Es decir, retomar en parte la función del Servicio Militar Nacional de entre 1994 y 2005, que fundamentalmente realizaban actividades en proyectos de servicio social, como la alfabetización o la educación física.

 

Figura 5 Beneficios

Fuente: GOBERNANZA EN LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRE Y SU IMPACTO EN LA SEGURIDAD NACIONAL EN MÉXICO. Flores Sánchez. C.O. 2022

 

Existen muchos polígonos en el territorio nacional, propiedad de las Fuerzas Armadas, y en algunos de ellos se podría establecer el programa del Servicio Cívico Nacional, en donde los conscriptos pasarían los 12 meses adiestramiento; lo ideal es que existieran dos como mínimo por cada entidad federativa, de acuerdo a su extensión territorial y densidad de población, sin perjuicio de que el conscripto pueda realizarlo en un estado adyacente a su lugar de residencia o domicilio parental.

Para que el desarrollo del proyecto sea exitoso, requiere ser autosustentable, y que dentro de las actividades que desarrollen los conscriptos estaría la responsabilidad de atender granjas para que produzcan sus propios medios de sustento, siempre bajo la supervisión y apoyo de personal cualificado para el caso.

Se trata, por un lado, de que la educación y fortalecimiento de la cultura de la Gestión de Riesgos se aprenda de manera seria, y con fundamentos que también sirvan a los jóvenes para su desarrollo como ciudadanos; y por otro, que se fomenten y cimienten los valores cívicos de los que adolece nuestra sociedad y, principalmente, nuestros funcionarios hoy en día.

No se trata de militarizar, si no de formar con dos vertientes: la de la seriedad que implica el arte castrense y la de la universalidad y enfoque sistémico que exige la Gestión del Riesgo de Desastre.

Se considera que, al concluir esta preparación, los Conscriptos, no sólo hayan aprendido un oficio, que hayan comprendido el valor del espíritu de cuerpo, el sentido de pertenencia, que sientan y amen a la patria, y sepan, no sólo como defenderla, sino cómo prepararse ante los impactos de los fenómenos perturbadores a los que está expuesto nuestro país, y que también puedan tener alternativas laborales, sino que también hayan contribuido a la noble tarea de realizar actividades que contribuyan con la educación, la salud, la ayuda humanitaria, dentro de proyectos sociales en beneficio de comunidades vulnerables.

Además, en caso del impacto de un desastre, aparte de contar con los Planes DN-lll-E y Marina, de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la  Secretaría de Marina- Armada de México, y el de Asistencia de la Guardia Nacional, se contaría con ciudadanos preparados con conocimientos básicos de Gestión del Riesgo de Desastre, lo que redundará en beneficio de la optimización de recursos humanos para atenciones de reacción, rehabilitación y reconstrucción, sumadas a las que se hayan hecho en cuanto prevención, mitigación y preparación por los mismos conscriptos que hayan realizado el servicio social.

Considero firmemente que, tomar con seriedad esta idea, puede contribuir ampliamente a ser un país preparado para la reducción del riesgo de desastres, congruente más allá del discurso, más allá de la política, más allá de eventos vanos para la foto.

Evidentemente se tendría que realizar un estudio legislativo profundo, de manera tal que exista, también, transversalidad en el proyecto.

 

Usted, ¿Qué opina?

 

Dr. César Orlando Flores Sánchez.