GESTIONAR EL RIESGO NO ES GESTIÓN DEL DESASTRE
El día ayer se publicó un
artículo en el periódico “El Universal”, titulado “¿En manos de quién está
la protección civil?”, el cuál hace referencia a la supuesta revisión de la
currícula de los 32 titulares estatales de Protección Civil, donde incluye a la
Coordinadora Nacional…
Si bien es cierto que no todos
cumplen con un perfil, o por lo menos con la preparación -académica u
operativa- adecuada, también es cierto que hay quienes tienen, no sólo la
preparación, sino la capacidad profesional y la formación para dirigir esas
dependencias, como la Secretaria de Gestión Integral del Riesgo y Protección
Civil de la Ciudad de México, Myriam Urzúa (Premio Sasakawa de las Naciones
Unidas para la Reducción de Desastres 2022); el Secretario de Protección Civil del
estado de Chiapas (Premio Nacional de Protección Civil 2014); el Director de
Protección Civil Estatal de Baja California José Salvador Cervantes Hernández.
El artículo también menciona a
mi amigo y maestro José Luis Flores Gómez (QEPD), a un año y medio de haber
dejado la titularidad de la Coordinación Estatal de Protección Civil del estado
de Puebla, lo que denota la falta de investigación para la realización del
artículo que comentamos.
No es la intensión hacer un
análisis de ese texto; sin embargo, en la última parte, una persona experta en
rescate (sic), refiere que “quienes deben estar al frente de las
coordinaciones, secretarías o áreas de Protección Civil, deben ser profesionistas
especializados en temas de ingeniería, de estructuras, de suelos, de minas o
cualquier otra afín que les permita diseñar, gestionar los rescates, no
estorbar en las horas más urgentes para tomar decisiones” (sic). En mi muy particular
opinión, quién debe ser responsable de las áreas de Gestión de Riesgo y
Protección Civil debe contar con visión para realizar tareas que van más allá
de, solamente, gestionar el rescate…
Me explico:
Los titulares de Gestión del
Riesgo y Protección Civil deben tener la capacidad de entender la relación
estrecha que existe entre el desarrollo y la gestión del riesgo, toda vez que
ésta no es algo externo al desarrollo, sino un componente íntimo, intrínseco de
él. Esto significa que los titulares (y los políticos, y la población en
general) comprendan a la gestión del riesgo en su acepción más avanzada como
transformadora de realidades, buscando acoplarse a nuevos y más sostenibles
procesos de desarrollo.
Los titulares, nacional, estatales
y municipales deben ver la gestión del riesgo, no como un producto, sino como
un proceso que busque sostenibilidad en el tiempo y en el espacio,
evidentemente para el caso, el territorio, la jurisdicción que les competa, así
como comprender que la gestión del riesgo está sujeta a la participación y
apropiación activa por parte de los pobladores en riesgo y sus gobernantes.
Por la anterior, debe contar
con la capacidad para fomentar la creación o consolidación de estructuras
organizacionales e institucionales permanentes y sostenibles y con representación
de los actores fundamentales del riesgo y su gestión de la sociedad civil y política,
como se ha hecho en Chiapas y en la Ciudad de México, con la participación
activa de Municipios y Alcaldías.
Podríamos enumerar muchas más
cualidades y capacidades que debe tener un encargado de Protección Civil de
cualquier orden de gobierno; no sólo se trata de gestionar el rescate. Esa es
una pequeñísima parte inmersa en los procesos de gestión del riesgo.
Aprovecho para hacer patente
mi reconocimiento a los Bomberos Mexicanos, hoy en su día!
Mtro. César Orlando Flores
Sánchez
Me encantó este artículo! Tienes toda la razón... En mi trabajo ingresaron dos nuevas adquisiciones "con maestría en GRD" y es una tristeza inmensa que no sepan ni elaborar una presentación ppt, redactar un oficio con sentido y solo obstaculizan el logro de resultados.
ResponderEliminarY por otro lado he conocido personas con una voluntad inmensa de que las cosas sucedan acercándose a quienes sí saben del tema para que operen los procesos.
El autor, de reconocida trayectoria en la Gestión de Riesgo de Desastre, aborda con singular claridad la necesidad contar con perfiles profesionales y vocación de servicio en la materia. Lo relevante consiste en la forma objetiva con la que trata la diferencia entre gestionar el riesgo y aparte lo que significa gestionar el desastre. Reconocer también que la escuela o los posgrados no hacen milagros pero sin duda fortalecen en el conocimiento a quienes ya poseen una preparación y experiencia previa.
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