La función social de la universidad en tiempos de crisis - Radio Epicentro Blog

30 abril, 2021

La función social de la universidad en tiempos de crisis

El pasado 22 de abril, en el marco del 20 aniversario del Consorcio Mexicano de Instituciones de Educación Superior para la Sustentabilidad (Complexus), el internacionalmente conocido doctor, Boaventura de Sousa Santos, impartió la conferencia que se transcribe a continuación por su relevancia para comprender el impacto de la pandemia en las instituciones educativas, pero sobre todo por las importantes recomendaciones que hace para que las universidades respondan ante la crisis sistémica y en vista de las oportunidades que ofrece el contexto actual, por aciago que parezca. 

La traducción se hizo de manera literal, respetando íntegramente lo expresado por el reconocido investigador. Sin fines de lucro alguno y con la única intención de compartir el conocimiento del gran maestro.

Traducción:
Raymundo Padilla Lozoya, Beatriz Bracamontes Ceballos e Itzel Preciado.


Boaventura de Sousa Santos: “Es un placer volver al contacto con las universidades mexicanas con las que tantos lazos me conectan y como el doctor mencionó a la querida Universidad Iberoamericana de México. El tema que me han pedido; para tratar un tema que es muy claro, publicado en libros sobre: La universidad en el siglo XXI y otros tantos textos sobre los dilemas de la universidad, tanto en América latina, en América central, en los Estados Unidos donde enseño también parte del año, en África, en Europa por supuesto. 

Es un tema apasionante sobre todo ahora con la pandemia y de hecho no podremos empezar sin hablar de la pandemia; porqué como acabo de escribir en un libro que el Dr. Saúl mencionó: “El futuro comienza ahora”, de la pandemia a la utopía, comunicar por acá en Madrid y también en la ciudad de México, y pienso que realmente el siglo XXI empieza, comienza con esta pandemia.
Comienza porque no vamos en los próximos años a estar libres de las consecuencias de la pandemia, al contrario; la pandemia va a marcar de una manera muy fuerte la sociabilidad, la política, las relaciones sociales y las diferentes sociedades. Entonces, la universidad está convocada a reflexionar sobre la pandemia y su función social; no puede ser separa de este contexto, que es un contexto nuevo; pues yo me propongo acá, analizar exactamente los desafíos a la universidad por esta razón. 
En primer lugar, cuatro paradojas que son muy importantes para retener nuestra atención en este momento. El primero es que la pandemia ocurre como una paradoja entre fragilidad humana e impotencia humana, la pandemia ha mostrado una enorme fragilidad de los humanos, no sabemos cómo defendernos, no basta que un país sea muy desarrollado, sea europeo o los Estados Unidos, para defenderse mejor, no defienda.
 Al contrario, los Estados Unidos son de los países que se ha defendido peor de la pandemia. Entonces, muestra una fragilidad, yo diría que de algún modo estamos en esta situación, hay muchos países, pueblos originarios de las américas, cuando los colonizadores portugueses, españoles, ingleses, franceses, llegaban al continente con virus; como sabemos; como la mayoría de todos y los pueblos originarios, no estamos protegidos, no estamos inmunes y por eso las muertes fueron inmensas. 
En el caso de México, es un caso muy particular y contundente en este caso, por eso nosotros estamos en una situación semejante; y millones de muertos ya. Hay vacunas que quién sabe cuándo estarán disponibles, si serán eficaces, por cuánto tiempo son eficaces. Entonces, hay una incertidumbre en el mundo; muy grande en este momento; y eso ocurre, y aquí está la paradoja, en el momento estamos en vísperas de una muestra de la gran potencia humana, de la gran fuerza humana, la fuerza tecnológica dentro de la cuarta revolución industrial, la revolución de la inteligencia artificial, de la robótica, de la impresión a tres dimensiones, de la internet entre cosas; o sea una potencia tecnológica tremenda. 
Entonces, tenemos hasta doble imagen; en este momento del mundo entra una idea de fragilidad y una idea de impotencia. La segunda paradoja es que la pandemia, por eso tiene este nombre es global y parece por eso que es democrática, de hecho, pasada por todo el mundo; independiente del nivel de desarrollo. No es así; la contradicción está en que siendo global no es democrática, es caótica. 
Por supuesto, no sabemos cuándo el virus nos toma, pero no es democrática basta con ver muertes, las tasas de mortalidad del virus para mostrar lo que son las poblaciones vulnerabilizadas por otras pandemias anteriores, de la pobreza, del hambre, de la violencia policiaca, de la violencia doméstica, de la falta de acceso a la salud pública, tantas razones que han llevado a las poblaciones a estar vulnerabilizadas antes de la pandemia. Y fueron ellas y van a ser ellas, pobres, negras, mujeres, refugiados, migrantes, etc., son los blancos privilegiados del virus. Esta es otra contradicción en que estamos.  
La tercera es que los últimos cuarenta años, habíamos vivido con la idea de que no hay alternativas, que esta alternativa de mercado, quizá no llamamos tampoco capitalismo, pero es capitalismo; es la única economía posible y vivir con segundo las normas de las sociedades capitalistas, es nuestro futuro porque no hay alternativas. 
El Neoliberalismo nos ha dicho esto durante los últimos cuarenta años, vino la pandemia y cuando vino la pandemia se ve que la gente tiene que buscar alternativas, pero el neoliberalismo siempre nos ha dicho que el Estado no es importante en esta sociedad porque es corrupto, porque es ineficiente y que los mercados son los reguladores, autónomos racionales de la vida económica y por eso también de la vida social y por eso se busca privatizar lo que se puede, o sea, la salud, la educación, etc., vino la pandemia y la gente no ha buscado los mercados para protegerse, ha buscado al Estado para protegerse, y el Estado en muchos países no estaba preparado para protegerlos, el estado se había despreparado, mismo los países aunque antes estaba preparado, el Estado ahora está más despreparado. 
La salud pública, por ejemplo, así de muchos países privatizada, en algunos como los Estados Unidos, no hay siquiera un sistema de salud pública, entonces el Estado no estaba para proteger a la gente y la población se siente abandonada por los mercados, abandonada por el estado. Y aquí hay una contradicción muy grande; porque se aprobaron hay un incremento del Estado, el Estado está cada vez más precedente digamos, al mismo tiempo no tiene capacidad para proteger a la gente, y al contrario, y a pesar (ahí está la cuarta paradoja) y a pesar de los mercados hubiesen desaparecido por así decir, la gente se fue a la casa, en algunos países confinamiento, etc., por periodos largos como aquí en Europa, por ejemplo, la verdad de que el capitalismo se hizo más agresivo, porque visto en algunos sectores, sectores del capital y de la economía que las crisis pandémicas era un negocio, ahora lo es las vacunas, no. 
Hay movimiento global para mostrar que las patentes no deberían existir cuando hay una emergencia sanitaria, porque es necesario vacunar todo el mundo lo más rápido posible y con las patentes no es posible lograr una resistencia, y muy probablemente no se va a lograr licenciar las patentes y por eso gran parte del mundo no va a ser vacunado este año ni el año entrante, hasta recientes los datos son oficiales, estaban reservadas ocho billones de dosis de vacunas en el mundo; de las cuales seis billones estaban reservadas para  los países desarrollados.
O sea, no creo que los países desarrollados sean veinte o treinta por ciento de la población, a lo máximo, tiene más de ochenta por ciento de las vacunas, entonces, el mundo no va a estar protegido en los próximos tres años, esta es la situación en la que la gente se encuentra. Entonces, cuáles son los desafíos de las universidades, pues la universidad está en su contexto social y el tema que nos proponemos hoy es exactamente la función social de la universidad, por supuesto todos los rectores que están acá, todos los dirigentes universitarios han visto como la universidad ha sido perturbada, interrumpida por así decir por la pandemia. 
Nuestras universidades a pesar de usar mucho el internet en un día, las universidades tienen sus bases en la presencia de los estudiantes, la copresencia de la enseñanza, es elemental, no solamente por las bases de la enseñanza sino por la sociabilización de los estudiantes. Nosotros decimos que hay dos currículos en la universidad, las que nosotros utilizamos como profesores y la que los estudiantes aprenden de los otros y esa sociabilidad, ese currículo es importante para su vida, es donde aprenden a ser ciudadanos es donde aprenden de la familia, de la comunidad, no han (palabras ilegibles) de alternativas, de propuestas, de sociedad, de cultura, de conocimiento, entonces es fundamental la presencia. 
Bien muchas universidades en el mundo han cerrado, algunas están bien cerradas; aquí mismo en Europa, gran parte de las universidades están dictando las clases online (por internet) y se ha acelerado de una manera brutal lo que se llama la transición digital, las universidades han estado tratando de incrementar por diferentes formas las tecnologías de la información, pero siempre la idea de que estas tecnologías son complementarias, no pueden sustituir la presencia de profesores y estudiantes en el campo que es el alma de la universidad.


Y ahora de repente parece que la enseñanza online pasó a ser lo principal, está; por ejemplo, una ocasión para una versión capitalista muy grande de economía porque el señor ya ha inventado esta plataforma Zoom, yo en el libro describo cuantos mil millones de este señor, que es un joven; generó en pocos meses, porque este sistema fue creado para poner en contacto los CEO’S de las grandes empresas multinacionales del mundo en esos millones, o sea poca gente utilizaba ese sistema y ahora toda la gente usa para hablar el Zoom, las universidades, las asociaciones, los movimientos sociales y tienen que pagar una licencia, barata por supuesto. 
Pero es tanta gente, que es un montón de dinero que acaba de ganar; entonces, hubo una aceleración de la transición de la aceleración digital, cuál es la consecuencia, la consecuencia principal en todo el mundo, en todo el mundo, con diferencias por supuesto, pero en todo el mundo, fue que únicamente la desigualdad social y digital de la educación, a todo nivel de educación, pero sobre todo a nivel universitario, o sea los estudiantes de nuestras universidades no tienen todos las mismas condiciones ni de computadoras ni de la casa en donde pueda estar tranquilamente estudiar por zoom, por internet las clases aprender, etc.
La OCDE ha publicado un informe; terrible a mi juicio sobre la educación en general en el mundo y nos ha dicho que, en los países, por ejemplo, de África, la perdida para siempre de años de enseñanza, de educación de los niños sobre todo adolescentes, llega a ser de sesenta por ciento de la población en algunos países. Por ejemplo, Congo donde la gente no tiene posibilidades de utilizar la internet, en donde la gente no tiene los instrumentos; y que también son necesarios para eso. 
O sea, las desigualdades que eran viejas en el acceso a la universidad; se suman ahora a las viejas; las nuevas y por eso hay aquí un desafío a la universidad de cómo resolver; y no es fácil porque las universidades; no sé lo que pasa en México, pero puedo decir de otras partes del mundo donde he estado (palabra ilegible), de hecho, en el último país que visité antes de la pandemia, en la Ciudad de México y Oaxaca. Pero, ustedes, realmente en varias universidades del mundo; de seguro también en México hay dependencias para utilizar la pandemia como una oportunidad de acelerar a lo máximo la transición digital. 
Los empresarios de la tecnología de la información, estaba caminando por todos los países, invitando a las universidades a utilizar cada vez más las tecnologías de la información en la enseñanza a distancia. O sea, una dimensión que creo que a la mala es una presión muy grande de un capitalismo digital, podamos decir que estaba metiéndose a la universidad entra con mucha fuerza. Pero no es para agonizar, por varias razones, las más críticas durante la pandemia por supuesto y las absolutamente esencial sino no podríamos estar acá; obviamente.
Pero es durante la crisis aguda de la pandemia que la idea es de transformar la educación para el futuro de esta forma, es que probablemente es mucho más barata. La universidad en donde también enseño, la Universidad de Madison (Wisconsin) de los Estados unidos; se ha propuesto incluso para muchos de los cursos hacerlos simplemente online para siempre. Y con esta idea es como se sabe a gran parte del mundo, los contratos de los profesores, de los docentes sobre todo los más jóvenes es muy precario, son contratos anuales. 
Supongamos que un docente organiza un curso de sociología, de ingeniería; y dicta la clase online, la propiedad de este curso es de la universidad, el año entrante el profesor puede no estar en la universidad contratado, pero en la universidad tiene derecho sobre el curso y puede seguir enseñando ese curso. Claro que las clases prácticas, digamos y de tutorías son hechas por otras personas, pero la universidad puede utilizar esos cursos y a mi juicio es un crimen en contra la autonomía de los profesores y la libertad de enseñanza que siempre ha sido de la docencia. Es nuestra misión, digamos.
Tiene otra ventaja la tradición digital acelerada, es que imita la protesta. Si los estudiantes nos toman los campus no son presenciales, cómo se reúnen, cómo protestan, cómo revindican, cómo se organizan, muy probablemente no. Entonces, podrá haber más paz en la universidad. Y yo no estoy diciendo que esto pasé en México, de ninguna manera, estoy diciendo que lo que piensan algunos de los estrategas que tantos universitarios que están pensando el futuro de la universidad en la pandemia. 
Entonces me parece que debemos estar atentos, porque a mi juicio como les voy a intentar demostrar, no va en este camino, claro que podemos utilizar las tecnologías de la información como ya las utilizamos, y quizás más por supuesto, pero eso no importa de ninguna manera llevar a abandonar las presencias de profesores y estudiantes de la universidad. 
Entonces, cómo va a ser la universidad, cómo va la universidad a resistir, ahora estas tendencias que van a aislar la universidad más y más de la función social, pues la función social exige proximidad a la sociedad de la universidad y de sus comunidades. Nosotros en las Américas, sobre todo en América latina pasamos por tres reformas, estábamos pasando por tres reformas fundamentales de la universidad, hemos estado muy involucrados en todas las redes no solo de universidad de África y las Américas, claro está que hubo estas tres reformas. La primera fue la reforma de Córdoba, Argentina en 1917, 1918; que es una reforma básicamente dentro de la elite, de la elite, digamos colorear, pues colorear en los jóvenes que piensan que la universidad es demasiado elitista y poco relevante para la sociedad que estaba intentando buscar.
Entonces a esa revuelta que va llevar realmente al incremento a la función social de la universidad. Por ejemplo, los departamentos de extensión nacen de este proceso, el segundo, ya fue en otra reforma que viene en sobre todo después de la segunda guerra, que es de democratizar el acceso a la universidad. Las acciones afirmativas de la universidad pública permitir que los colores, la diversidad de los colores de piel de nuestra universidad, raciales y de étnicas sean más diversas y se incrementó mucho la democratización. 
Era claro una reforma en curso, no lograda plenamente, pero estaba por emerger una tercera reforma, es una reforma más profunda que empezó en Sudáfrica, que pasó a varios países de Europa y que estaba pasando en América Latina, que es lo que llamamos la descolonización de la Universidad; ya no es simplemente democratizar el acceso, es cambiar los currículos, los planes de estudio, porqué nuestras universidades, de hecho, son muy ecitísticas en el conocimiento que enseñan, sólo que ya no enseñó lo que llamo las epistemologías del norte.
Llevo varios libros escritos; llamados exactamente: Las epistemologías del sur, el ultimo, publicado en México se llama: El fin del imperio cognitivo y ahí ustedes ven cómo intento demostrar que la historia de las Américas como las enseñamos en la universidad es una historia de los “vencedores de la historia”, la “historia de los vencidos” no está presente en la currícula de la universidad.
Entonces la tercera reforma, era una reforma de descolonizar, de democratizar más profundamente. Cómo vamos a hacer ahora con la pandemia: bien, yo veo dos escenarios; brevemente los escenarios son los siguientes: frente a la pandemia el mundo también va por dos vías, que nosotros universitarios debemos estar con mucha atención, la cual va a ser el escenario prevaleciente. El primer escenario va a ser un escenario negacionista, es un escenario que dice que la pandemia es una crisis sanitaria que va a pasar sin grandes disturbios, claro con muchas muertes, pero va a pasar, vienen las vacunas, todo va a volver a la normalidad y nosotros vamos a seguir como siempre estuvimos. 
Ese escenario; es un escenario lo más probable difícil, digamos un escenario que no es lo más bueno para nosotros, por qué, porqué si ustedes leen los informes del Banco Mundial (BM), del Fondo Monetario Internacional (FIM), de la CIA de los Estados Unidos, que leo siempre muy atentamente los ensayos, los estudios, de, o sea, los gigantes que no estén interesados en el cambio social, transformados, estos gigantes han pensado que quizá no hay grandes cambios; va a haber mucha protesta social, va a haber mucha crisis social, mucho desempleo, mucha crisis sanitaria de nuevo, mucha resistencia en los estados que tienen que pagar deudas no van a tener plata para reforzar la salud, la educación, y se va llevar a protesta, había mucha protesta, habrá más en el mundo, en Colombia y Chile, por ejemplo; para limitar a las Américas y por eso, por supuesto esta protesta va a empezar.
Y de ahí se dice que realmente es lo que piensan los gigantes, las universidades más que armas defensivas que otra cosa que porque el estado no puede responder más que por la represión y por eso va a haber más represión, ustedes no se imaginan como estos gigantes, piensan que es necesario incrementar el presupuesto de las policías, los ejércitos, pero no el presupuesto es la educación. O sea, realmente se ve que las sociedades que son muy desiguales pueden ser todavía más.
¿Cómo vamos nosotros universitarios, que somos un lugar privilegiados con todas las limitaciones, donde se puede producir conocimientos tanto libre como crítico, plural independiente? Claro que sabemos que hay muchas limitaciones porque como digo nuestros currículos no nos han permitido a abrir todas las posibilidades de la pluralidad intercultural de nuestros países, pero las aspiraciones es un conocimiento plural, critico, liberal e independiente. 
Yo pienso que las universidades van a empezar un periodo, sobre todo las públicas, van a pasar un periodo difícil, que es un periodo que ya estábamos haciendo, siendo anunciado en algunos países, que es una y que los vean como tengo las posibilidades de Sudáfrica y de los Estados Unidos; puedo decirles dos contextos totalmente distintos donde veo lo mismo. Un cierto conservadurismo religioso por vez religioso, por vez de secular dentro de las universidades para limitar la pluralidad de la discusión democrática, intercultural de conocimientos de la universidad, con censura a los profesores, por ejemplo. 
Y es que, por ejemplo, en los Estados Unidos hay temas que en mi Universidad no podemos discutir libremente, temas que hasta poco tiempo se discuten, por ejemplo, la posibilidad de los derechos reproductivos de las mujeres, tenemos las instituciones y religiones con mucha plata, y ahí ustedes siguen enseñando los derechos reproductivos de las mujeres, o sea; legalización del aborto, etc., nosotros no financiamos más la universidad. 
O sea, una presión conservadora, que, por ejemplo, en India es religiosa también, no probablemente cristiana, pero es hindú. En India, en estos momentos somos profesores y estudiantes islámicos que están siendo marginados, reprimidos, censurados por las autoridades universitarias. 
Entonces, me parece que la universidad va a sufrir el impacto de la represión y como nosotros, sufre normalmente porque si hay valientes rectores o rectoras como ustedes, que van a seguir en una línea democrática, de ampliar la libertad, la pluralidad, el espíritu crítico de la universidad, va a haber la posibilidad de reclutar otros rectores de la próxima generación que ya son más conservadores, que ya están de acuerdo con las agendas más conservadoras y que va imponer en la universidad. Por eso pienso que, esto es una amenaza a la universidad; y no lo veo con mucho optimismo en este caso. 
Al Dr. Saúl decía que soy mensajero de la esperanza, soy realmente, pero, soy un “optimista trágico”, o sea; yo tengo esperanza, pero estoy consciente de las dificultades. Y porque tengo esperanza y porque hay otro paradigma, otro escenario y los últimos minutos los dedico a ese escenario. Que esta pandemia es una crisis, pero en griego la palabra crisis significa también oportunidad; esta pandemia nos ha dicho que también hay alternativas, por ejemplo, tanta gente que pasaba los fines de semana encerrado en centros comerciales porque estaba completamente viciado en la sociedad de consumo, en muchas sociedades los centros comerciales se cerraron, la gente se quedó en la casa; los que pudieron claro, y de repente pudieron pasar más tiempo con la familia, los que tenían condiciones por supuesto. 
Pero cambio la posibilidad, la necesidad de un consumo obsesivo dentro de las ciudades, por ejemplo, la polución bajó porque no había tanto transporte público y privado en las sociedades. O sea, hay alternativas; y hay una alternativa con nosotros universitarios, tendremos que posicionarnos en los últimos y en los próximos tiempos, y las universidades de las américas tienen una responsabilidad ética, porque pienso que la alternativa es esta:
La vida humana es 0.001 por ciento de la vida del planeta, y a pesar de esto está intentado de destruir la vida del planeta. Entonces, ¿Qué es el virus?, el virus es un mensajero de la naturaleza que nos está diciendo, que la tierra nos está diciendo, que, si nosotros seguimos con los mega proyectos, con la minería a cielo abierto, con la contaminación de los ríos con la destrucción de los bosques como ven en este momento en la amazonia, criminosa, las quemadas criminosas en Brasil en este momento, si esto va a seguir así; vamos a desestabilizar los ciclos vitales de los animales salvajes; que tienen virus por supuesto y que son importantes los virus pero que cuando pase a los humanos nosotros no estamos preparados para defendernos y por eso lo que va a pasar es que van a surgir más pandemias, la madre tierra nos va a seguir dando señales fuertes de que es necesario cambiar el sistema de producción, de consumo de vida.
 Las grandes ciudades como la Ciudad de México son invivibles durante una emergencia sanitaria, hay que redimensionar las ciudades, nosotros vemos no solamente en América y en Europa lo mismo, nos acostumbramos a la idea de que la ciudad es progreso y el campo es retraso, los campesinos son “retrasados”, los urbanos son “los más progresivos”. Bien, yo estoy en mi pueblo, yo salí de Coímbra para proteger al campo, el campo me protege más de la ciudad y la ciudad en la Coímbra es más pequeña.


En el siglo catorce un gran escritor que todos conocen quizás de nombre, por lo menos, Boccaccio que escribió El Decamerón; tuvo que salir de la ciudad de Italia donde vivieron los papás; porque los papás murieron con la pandemia, y fue a un pueblecito donde escribió, esto que es la gran obra del Decamerón. O sea, tendremos que pensar en urbanismo, tendremos que pensar en la movilidad, tendremos que pensar la economía, la energía, tendremos que pensar los modelos de consumo, ¿Dónde se piensa esto?: En las universidades, la universidad es el mejor lugar, es el único quizás para discutir los sistemas del futuro, con espíritu crítico, plural, libre e independiente. 
Entonces, está el reto, el que nosotros mismo que este segundo escenario, nos hemos lo hacemos escenario lo más probable; nosotros como universitarios debemos luchar para que este sea un escenario discutido en nuestras universidades, para que la gente empiece a ver que realmente hay que luchar por el futuro, un futuro más libre, más equilibrado con la naturaleza, con toda la creatividad de que la naturaleza nos ha dado y protección que tienen que ser obviamente equilibrada; con los desafíos del desarrollo pero como pueden desestabilizar sin más la vida del planeta. 
Entonces la universidad tiene esa tarea, ¿Vamos a estar capacitados para ella?, es un desafío, muchos me dicen cuando he debatido esto; recientemente estaba en Inglaterra en Bristol y un estudiante me preguntaba: “Profesor, la universidad no es parte del problema, ¿Cómo puede ser parte de la solución?” Yo le decía así directo: “La universidad también es parte del problema porque nosotros habremos enseñado siempre este modelo de desarrollo donde estamos ahora”.
Entonces, ¿Cómo vamos a enseñar nosotros?, aquí es la reforma de la universidad, la universidad tiene que cambiar para ser parte no del problema, sino de la solución y para eso tiene que haber cambios de sus currículos, cambios en la manera de como administramos la universidad y como generamos el currículo y como imaginamos las disciplinas, y como traemos otros conocimientos. Yo como digo estaba reciente, fue mi última visita en México. En Oaxaca, En la UniTierra que es una universidad popular, autónoma digamos; donde está un querido amigo muy cercano, además a la Universidad Iberoamericana que esta Gustavo Esteva y veía como las poblaciones de Oaxaca estaban discutiendo los temas de sus comunidades y no había pandemia.
Entonces hay una riqueza de conocimientos en las comunidades, de cómo protegerse incluso, yo por ejemplo he analizado para este libro que publiqué, que mencionamos sobre el futuro comienza ahora, los libros de recetas indígenas que se han producido en el mundo; sobre todo en Colombia, Brasil, por ejemplo, muy fuerte el Ecuador que se obtienen recetas de medicina tradicional, hierbas, que obviamente la medicina tradicional afroamericana o indígena no tiene vacunas, pero tiene muchos productos que aumentan la inmunidad del pueblo, la resistencia del pueblo. 
Y están enseñando eso, lo están enseñando en Oaxaca; ¿Saben nuestras facultades de medicina de esto?, ¿y enseñan a sus estudiantes que hay esa riqueza de conocimientos en México? No sé; lo dudo, lo dudo. Entonces esta es la tarea de las próximas décadas; que vemos que estamos dentro de una bifurcación y el futuro próximo o será muy represivo o al contrario será una oportunidad para abandonar un sistema transicionalmente, gradualmente; no puede ser, no podemos cambiar de modelo de un día al otro, claro si México es dependiente del petróleo, no puede cambiar su energía, su matriz energética de un día al otro, tiene que empezar a diversificar, tiene que hacer un cambio de transición, por eso ¿Quién va a estudiar la política de transición?, no veo otro lugar en nuestras sociedades sino las universidades  y sobre todo las universidades públicas o no lucrativas.

La universidad es un negocio, normalmente no tiene una capacidad de discutir porque son parte de un negocio, pero las universidades que tienen una misión pública, sean públicas de estado o no, pero son autónomas, digamos tienen una función pública van a ser los lugares donde se puede discutir esto, no hay otros en la sociedad y por eso esta es nuestra responsabilidad, pero los convoco a discutirla. 
Claro que hay muchos desafíos; son muy distintos, de México, para Brasil, para Portugal, para España, para hay cosas comunes y por eso los invito a reflexionar en el futuro y con esto también mi deber de como universitario de la Iberoamericana de México, porque soy miembro de la facultad de esta universidad, con mucho orgullo que me sumo a ustedes en este momento que es un momento que puede ser de esperanza, si nosotros no nos dejamos dominar por el miedo. Muchas gracias.”


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