La construcción social del riesgo ha sido una constante en muchas partes de nuestro territorio, en un mayor sentido debido a la ignorancia, el desconocimiento, además de una planificación nula de desarrollo territorial. Esto, ha causado un número impresionante de desastres causados por fenómenos perturbadores de origen natural y antropogénico.
Con las inundaciones recientes en Tabasco, es muy notoria la falta de una Gestión Predictiva del Riesgo, que es un proceso que debe sumarse previo a la realización de la Gestión Prospectiva, la Correctiva y la Reactiva; es decir, entender y comprender el riesgo, tal y como lo marca la Primera Prioridad del Marco de Sendai, pues si no conocemos ni entendemos el Qué, no podemos planear un Cómo.
La Gestión Predictiva, debe ser considerada como otro de los procesos para diseñar, aplicar y evaluar estrategias, políticas y medidas destinadas a mejorar la comprensión del riesgo de desastres, así como a fomentar la reducción y sobre todo la protección financiera. Así también, la inclusión de este proceso permitirá desarrollar una mejora continua en las prácticas de preparación, respuesta y recuperación cuando se presente un evento de desastre, con el consiguiente aumento de la seguridad humana, la calidad de vida y la protección del desarrollo. En este sentido, para crear Resiliencia, es necesario conocer ante qué debemos fortalecernos.
La inclusión de este proceso permite, también, generar esquemas de planeación encaminados a realizar acciones de preparación y mitigación acordes a las circunstancias intrínsecas de cada región; así como a desarrollar las gestiones adecuadas ante las instituciones correspondientes para que éstas realicen las actividades inherentes de acuerdo al rubro al que pertenezcan.
Cada
martes, a las 10 de la mañana se reúne el Comité Nacional de Grandes Presas,
dirigido por la Comisión Nacional del Agua e integrado por diversos organismos,
dentro de los cuales se encuentran las Coordinaciones Estatales de Protección
Civil y, por supuesto, la Comisión Federal de Electricidad. En este comité se
lleva el registro de los niveles de las presas, su aumento o disminución, de
acuerdo a la temporada o intensidad de las lluvias, y consecuentemente los
peligros que representan. Entonces, ¿qué falló?
La Gestión del Riesgo de Desastres, no es sólo del interés de una institución, o de un sector de la sociedad, no. Es la participación de todas las instituciones de los tres órdenes de gobierno, con todos los sectores de la sociedad, bajo un esquema de gobernanza, que debe ser comprendida como una forma de gobierno con un grado mayor de interacción y cooperación entre los actores públicos y privados en un conjunto de redes de decisión e intervención, pero siempre bajo el cumplimiento estricto de la ley, para que no se tomen decisiones que puedan afectar más a la población más vulnerable.
Esto también exige el conocimiento de los responsables de la Gestión del Riesgo de Desastre, y que sepan comunicar de manera fehaciente las consecuencias de una mala decisión.
Aprovecho este espacio para felicitar a los miembros de la Armada de México hoy en su día, que se conmemora la Consolidación de la Independencia Nacional al derrotar el último reducto español en 1821.
Así también, quiero agradecer profundamente a la Asociación de Seguridad, Higiene y Protección Civil, por haberme distinguido con el Premio Ramazinni y Carvalho, y felicitar a la Secretaría de Gestión Integral del Riesgo y Protección Civil de CDMX, Instituto de Protección Civil de Tabasco, Asociación Cinco Panes y Dos Peces, Asociación Nuestro Legado, y al Doctor Mario Ruíz Velázquez quienes también recibieron dicho premio.
Mtro. César Orlando Flores Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario