El Marco de Sendai, es el
instrumento internacional signado por los 168 países integrantes de la ONU; que
se focaliza en la gestión del riesgo de desastres, en vez de en la gestión de
los desastres que pretende lograr en los próximos 15 años, la reducción
sustancial del riesgo de desastres y de las pérdidas ocasionadas por los
desastres, tanto en vidas, medios de subsistencia y salud como en bienes
económicos, físicos, sociales, culturales y ambientales de las personas, las
empresas, las comunidades y los países (UNISRD, 2015).
Para lograr tal resultado establece
un objetivo centrado en evitar nuevos riesgos, reducir el riesgo
existente y reforzar la resiliencia, éste objetivo es el de prevenir la
aparición de nuevos riesgos de desastre y reducir los existentes mediante
medidas integradas e inclusivas de naturaleza social, económica, jurídica,
cultural, educacional, política, ambiental e institucional que prevengan y
reduzcan el riesgo y la vulnerabilidad a los desastres, aumenten la preparación
para la respuesta y recuperación y refuercen la resiliencia.
El Marco de Sendai tiene cuatro
prioridades de acción que son:
- Comprender el riesgo de desastres.
- Fortalecer la gobernanza del riesgo de desastres para gestionar dicho riesgo.
- Invertir en la reducción del riesgo de desastres para la resiliencia.
- Aumentar la preparación para casos de desastre a fin de dar una respuesta eficaz y “reconstruir mejor” en los ámbitos de la recuperación, la rehabilitación y la reconstrucción.
La palabra resiliencia ahora es recurrente, tal pareciera que se puso de moda en las últimas décadas y, aunque el concepto tiene orígenes en las ciencias naturales, sociales y exactas, actualmente se aplica prácticamente a todos los aspectos de la vida de las personas, incluyendo a las ciudades y comunidades donde habitan.
La resiliencia, tal y como se encuentra
definida por el Marco de Sendai, es la capacidad que tiene un sistema, una
comunidad o una sociedad expuestos a una amenaza para resistir, absorber,
adaptarse, transformarse y recuperarse de sus efectos de manera oportuna y
eficiente, en particular mediante la preservación y la restauración de sus
estructuras y funciones básicas mediante la gestión de riesgos.
En la opinión de algunos autores sobre
resiliencia urbana, se pueden detectar tres perspectivas o
dimensiones diferentes como atributos de resiliencia. El primero se
refiere a la idea de resistir ante la adversidad; el segundo pone el
acento en la capacidad de las ciudades o grupos sociales para
adaptarse ante un shock o situaciones de cambio muy pronunciadas pero
consideradas negativas no deseadas; el tercero visto desde una visión
heurística, supone el carácter transformador que puede asumir la
resiliencia urbana donde se resaltan las causas externas e internas que generan
el desequilibrio, preguntando quién gana y quién pierde o analizando la
intencionalidad de los agentes en un contexto de desigualdad.
Por otro lado, en el contexto de las
ciudades, el concepto de resiliencia se encuentra enmarcado tanto por la
habilidad de soportar y recuperarse de impactos agudos sean éstos humanos o
naturales, o de temas socio-económicos como el desempleo y la población sin
acceso a vivienda.
De acuerdo con la evaluación del
impacto social y económico de los desastres, de 2000 a 2017 las pérdidas en
México se estiman en 9,009 decesos y 512,413 millones de pesos, alrededor de 53
millones de habitantes tuvieron alguna afectación directa o indirecta en su
vida, ya sea por la pérdida de su patrimonio o de sus medios de vida, derivado
del impacto de algún fenómeno natural o provocado por actividades humanas. En
daños a la infraestructura, se contabilizaron casi 1.5 millones de viviendas,
más de 38 mil escuelas, así como alrededor de 2,140 centros de salud y
hospitales afectados. El impacto económico de los desastres incide de manera
directa en el crecimiento y desarrollo del país, por lo que estas pérdidas
acentúan las asimetrías existentes en el bienestar social (CENAPRED, 2017).
Ante estos datos, ¿podemos estar
hablando de ciudades sostenibles y resilientes?
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