Marzo 2019.
Como siempre es un privilegio enviar un saludo y hacer algunos
comentarios relacionados al comportamiento de las personas ante los peligros en
el centro de trabajo, el cual es la principal causa de accidentes, según
algunos autores.
Según las estadísticas de accidentes de 2017, del Instituto Mexicano del
Seguro Social, se tenían registradas, más de 928,900 empresas, asegurando más
de 18,700,000 trabajadores expuestos a riesgos de trabajo, de este universo se
calificaron más de 400,000 accidentes y más de 14,000 enfermedades de trabajo;
por otro lado, al día de hoy existen 44 normas oficiales mexicanas, que
aplicables por los procesos o peligros existentes en una organización, están
entre 20 y 25 NOM´s, con un poco más de 280 requisitos a cumplir, sin embargo
al analizar estas normas, podemos observar que gran parte de dichos
requerimientos, corresponden a condiciones de trabajo, ahora, si analizamos la normatividad, veremos que la mayor parte de los
requerimientos se enfocan a las condiciones y en ningún caso me sugiere
“establecer estrategias organizacionales para que los colaboradores de la
empresa cambien su actitud ante los riesgos de trabajo ….”
En el blog de julio de 2018 comenté algunas teorías sobre la casuística
de accidentes que, en resumen, sugieren que los accidentes:
Þ
Se debe a los actos y condiciones inseguras o los actos y condiciones
subestandar (para los especialistas),
Þ
La teoría japonesa, mencionan que el origen de los accidentes se debe a
la combinación de condiciones y acciones,
Þ
Según W. H. Heinrich (1931) autor de la teoría del efecto dominó,
refiere que el 88% de los accidentes
se debe a actos humanos, un 10% por
las condiciones de trabajo y 2% por eventos fortuitos, puntualiza que por cada accidente fatal o grave, existen 29 eventos leves, 300 sin lesión y 15,000 prácticas inseguras (actos y
condiciones inseguras).
Þ
La pirámide de control de riesgos de Frank Bird, indica que por cada lesión graveo fatal, se presentan 10
eventos con lesiones leves, 30 con daños materiales y 600 eventos sin lesión.
Como experiencia propia, en una organización de alto riesgo, con menos
de 400 trabajadores y más de 350 accidentes por año, algunos muy graves, pagaba
en 2011 arriba de los 12 millones de pesos al seguro social por la prima de
riesgo tan alta, al cambiar la manera de gestionar la seguridad y salud en el
trabajo, estableciendo una estrategia para cambiar la actitud hacia los
peligros, comenzando por la alta dirección, se logró ir disminuyendo dicha
prima de riesgo hasta 2018 con una prima de 1.73, representando ahorros por más
de 6 millones de pesos por año. Por otro lado una empresa con menos de 1800
colaboradores pagaba en promedio 30 millones de pesos por prima de riesgo tan
alta, a pesar de eso, no se realizaba ningún esfuerzo para disminuir accidentes.
De manera no generalizada, pero sí muy marcada en la cultura latina,
somos muy buenos para criticar los errores o fallas de los demás, pero
difícilmente resaltamos las virtudes de otra persona, de tal manera que
nosotros mismo generamos un ambiente de trabajo desfavorable o favorable para
la ocurrencia de accidentes, así mismo, la falta de atención, falta de
percepción, ambiente laboral, inestabilidad emocional, falta de habilidad para
ciertas actividades y hasta nuestra propia personalidad generan el
comportamiento humano propicio para los accidentes.
Por estas razones y seguramente muchas más, una organización que
realmente quiere disminuir la probabilidad de ocurrencia de accidentes,
requiere implementar, una estrategia que sensibilice y motive a los
colaboradores, que, por decisión propia, consideren los riesgos de trabajo
durante la ejecución de sus tareas, y que no se convierta en un sistema de
vigilante o policías para obligarnos a cumplir con los estándares de seguridad
establecidos por el patrón.
Los resultados de una empresa, comparando la prima de riesgo de 2017 fue
superior a los 10 puntos, hoy en día la prima es de 1.78, esto representa
ahorros mensuales de 12.000.
Existen metodologías para verificar y dar seguimiento a los paquetes del
formato, externo; sin embargo seguimos trabajando para evitar invitar, ayudar a
quienes lo necesiten, entre otras.
Empecemos por cambiar nosotros mismos y sería más fácil entender lo de esa manera.
Octavio Albores
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