“CAMBIO CLIMÁTICO Y SEGURIDAD NACIONAL”
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático define el cambio climático como: “El
cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana, que
altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad
natural del clima observada durante períodos comparables”.
El clima cambia permanentemente tanto a escalas espaciales
(territorio), como temporales, estos cambios se conocen como “variabilidad
climática” como parte de los procesos naturales; mientras que el “cambio
climático” se le atribuye a los procesos externos directa e indirecta generados
por la acción humana, como resultado del cambio de uso de la tierra, la
desforestación, incluyendo la tala y quema de bosques, el uso intensivo de
combustibles fósiles, que incrementan la concentración de Gases de Efecto
Invernadero en la atmósfera. El cambio climático es un evento global de cambio
en el clima, que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a
la variabilidad natural del clima observada y conocida durante períodos de
tiempo comparables (IPCC, 2007). Una vulnerabilidad que crea el propio ser
humano.
El Cambio Climático, genera el aumento de las temperaturas e
incrementa la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, es pues
un fenómeno con efectos evidentes. Los efectos ha empezado a expresarse con la
modificación de los ecosistemas que viene experimentando un incremento
sostenido de temperaturas extremas (máxima y mínima) anuales, se observa una
tendencia de incremento de lluvias en algunos casos y en otras se evidencia una
tendencia a la disminución pluvial, así como el proceso de retroceso glaciar,
el aumento del nivel del mar, entre otros, causando impactos y deterioro de los
hábitats naturales que altera y afecta la producción agropecuaria, la aparición
de nuevas plagas, los cambios en la estación de la reproducción de plantas y
animales, la migración de especies, la desaparición o retracción de
ecosistemas, entre otros.
Estos cambios que modifican y alteran sustancialmente la
usual variabilidad climática hacia una tendencia de creciente riesgo, que se
manifiesta en fenómenos climáticos extremos; estos impactos, además de las
características biológicas, sociales, culturales, etc., configuran condiciones
de vulnerabilidad en los ecosistemas y las poblaciones, realidad que afecta de
modo diferenciado a las sociedades, siendo las poblaciones pobres las de mayor
vulnerabilidad. Los impactos locales y de corto plazo pueden no ser grandes,
pero para algunas ciudades y países, entre ellos México, las consecuencias
pueden ser catastróficas, pues en pocos minutos o de manera sostenida pueden
hacer desaparecer todo un proceso de desarrollo, por lo que el cambio climático
constituye una amenaza para el desarrollo humano.
Es evidente que el enorme crecimiento de las necesidades de
recursos energéticos a nivel global se está produciendo en un momento en que
tiene un agravamiento radical de los problemas climáticos y ambientales. Para
ello y como ejemplo, la Unión Europea contempla como desafíos mundiales los
problemas medioambientales, a los cuales debe hacer frente para garantizar su
seguridad desde su Estrategia Europea de Seguridad de 2003. Antes se señalaban
repercusiones del cambio climático en la seguridad, ahora se denuncia el cambio
climático como un multiplicador de amenazas.
Bajo el punto de vista de la seguridad ampliada o
multidimensional, que está sustentada en la naturaleza de las nuevas amenazas a
la sociedad internacional y en las siete esferas de la seguridad humana
propuestas en 1994 por el PNUD en el Informe Mundial sobre Desarrollo Humano
(económica, política, personal, ambiental, social, alimentaria y de salud), la
seguridad se refiere a las condiciones
de estabilidad que se suponen benéficas para el desarrollo de los individuos,
un país o de la comunidad internacional.
Para México, es sustancial el fortalecimiento de las acciones
nacionales y globales de mitigación y adaptación frente al cambio climático,
desde una perspectiva amplia y de largo plazo, en la que es previsible que la
falta de acción frente al cambio climático cause repercusiones graves y, con
toda certeza, irreversibles sobre la seguridad nacional e internacional.
Una vez más, podemos dar cuenta que la transversalización y la
gobernanza en la Gestión del Riesgo de Desastre, no es solamente necesaria,
sino fundamental en los esquemas de seguridad del Estado.
César Orlando Flores Sánchez.
Totalmente de acuerdo. El problema se ve agravado porque hay muchos aún que dicen que el cambio climático es sólo una invención. Dando pie a, hacerse de la vista gorda, y no actuar para modificar el sistema de vida.
ResponderEliminarExcelente y atinada apreciación Cesar. Falta mucho por hacer y lo mas importante que exista conciencia y que se actúe cual debe ser.
ResponderEliminar