Historia y antropología de los riesgos y desastres - Radio Epicentro Blog

28 agosto, 2018

Historia y antropología de los riesgos y desastres


Por Raymundo Padilla Lozoya* 

Dedicarse a la GIRD (Gestión Integral de Riesgos y de Desastres) es una actividad muy compleja porque involucra diversas condiciones. La GIRD es una actividad multidisciplinaria, transdisciplinaria e interdisciplinaria que debe hacerse siempre en equipo. Solamente en grupo es posible impulsar los cambios urgentes. Quienes inician de manera operativa atendiendo emergencias aprenden muy pronto que es necesario distinguir etapas y conceptos clave para comprender lo que hacen. Y quienes iniciamos investigando casos históricos nos hemos dado cuenta que es necesario divulgar el conocimiento para transformar modelos inadecuados que han sido perpetuados, a pesar de los lamentables errores y de obsoletos vicios, como los que imperan actualmente en la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Por lo anterior, disfruté ampliamente asistir al Congreso Nacional de Protección Civil y presentar ponencia, porque fue un foro donde se hizo muy evidente la apertura para compartir experiencias desde diferentes áreas de la GIRD. Raúl Cantón y Lara, organizador del congreso referido, comprende perfectamente la condición holística de la materia y ha privilegiado la participación plural. Por ello aproveché la oportunidad para divulgar algunas de las múltiples contribuciones que han realizado algunos colegas antropólogos e historiadores al estudio de los riesgos y desastres. Es incuestionable que en las áreas de respuestas a crisis se ha desarrollado la operatividad de los grupos de atención, pero también es justo reconocer que han sido las humanidades y las ciencias sociales, quienes han dedicado gran atención a la reflexión crítica conceptual, teórica y analítica a diversos temas.
En la ponencia Historia y antropología de los riesgos y desastres en México mencioné algunos de los antropólogos mexicanos o mexicanistas, más influyentes, que han dedicado atención a estudiar riesgos y/o desastres. No son todos los que existen, pero me parece que los enlistados son fundamentales por su claridad conceptual y aporte.
El antropólogo Fernando Ortiz, en su libro El huracán (1947) expuso los antecedentes de la presencia de huracanes en El Caribe y en México, así como las percepciones asociadas al riesgo y las respuestas que las sociedades desarrollaron empíricamente para enfrentarlos. Es una obra sustentada y pionera en la antropología del estudio de las amenazas naturales, que merece una revaloración. Y por ello la he referido y promovido frecuentemente, para evitar que siga siendo desconocida.
Cuarenta años después el antropólogo canadiense Herman Konrad se interesó por estudiar los impactos de los huracanes en Yucatán y Quintana Roo. Publicó dos artículos muy interesantes donde plasmó la cosmovisión de los mayas y además dejó constancia de las prácticas que les permitieron hacer frente a los huracanes y obtener beneficios.
En 1985, el antropólogo Félix Báez Jorge encabezó la autoría del libro Cuando ardió el cielo y se quemó la tierra, una obra imprescindible para comprender las relaciones de los nativos zoques con el volcán el Chichonal, el cual hizo explosión en 1982, causando el mayor número de muertos registrados en México, asociados a un evento volcánico.
Los movimientos telúricos de 1985 en la Ciudad de México despertaron el interés de varios investigadores en los impactos de fenómenos naturales, entre ellos Virginia García-Acosta, quien se dedicó a estudiar los sismos en la historia de México, posteriormente los desastres agrícolas, El Niño, los huracanes en México y hasta ahora su prolífica obra en general es fundamental para los estudios antropológicos e históricos del riesgo y los desastres. Además fue fundadora de La RED de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América Latina, la cual ha creado un cuerpo teórico imprescindible para comprender el enfoque más actual e influyente para muchos jóvenes estudiantes y profesionales que han encontrado en la construcción social del riesgo y los desastres una manera de explicar diversos acontecimientos, como las maestras en Antropología María Rodríguez, Jimena Cuevas Portilla y el doctor Juan Manuel Rodríguez Esteves.
También otros antropólogos han incursionado desde enfoques distintos y diversos, por ejemplo el doctor Esteban Krotz, que estudió los impactos del huracán Isidoro en Yucatán; la doctora Denise Soares y sus estudios de vulnerabilidad en Yucatán, y el trabajo del doctor Gabriel Angelotti Pasteur, acerca de la vulnerabilidad social y las epidemias de dengue y chikungunya.
Por su parte los historiadores también han aportado a la comprensión de los desastres. Sin duda el doctor Enrique Florescano es pionero en los estudios históricos académicos de catástrofes, principalmente las asociadas con sequías y también con epidemias en colaboración con la doctora Elsa Malvido.
Enrique Florescano fue director de la tesis doctoral en Historia de Virginia García-Acosta y ella ha influido en múltiples generaciones por medio su pensamiento y amplia producción, como las compilaciones denominadas Historia y desastres en América Latina, tomos I, II y III, entre muchos más.
En México las epidemias han sido mortales en distintas épocas, por ello múltiples historiadores se han dedicado a estudiarlas, por ejemplo los doctores América Molina del Villar, Claudia Patricia Pardo, Lourdes Márquez Morfín, Paola Peniche, Chantal Cramaussel, Miguel Ángel Cuenya, Marciano Netzahualcoyotzi, David Carbajal, Alberto Magaña, Hiram Félix, David Carbajal López, Oziel talavera y muchos más.
También las plagas han recibido la atención de excelentes historiadores, entre ellos los doctores Luis Arrioja Díaz-Viruel e Isabel Campos Goenaga, quienes han tratado además otros eventos naturales ocurridos en la Península de Yucatán y en Nicaragua.
Entre los jóvenes historiadores que han desarrollado estudios muy meticulosos de desastres se encuentran Beatriz Bracamontes Ceballos sobre el sismo del 15 de abril de 1941 en Colima, Juan Carlos Ruiz Guadalajara la vulnerabilidad, y acerca de la Ciudad de México Adrián García Torres las sequías y Mario Hugo Cuellar las inundaciones.
Los investigadores referidos, son solamente algunos colegas, pero son muchos más los antropólogos e historiadores que desde diferentes metodologías y técnicas han desarrollado importantes investigaciones. En conjunto, sus hallazgos hacen evidente que los desastres son problemas que no han sido resueltos y que han impactado a las sociedades mexicanas en distintas épocas. Por ello es urgente comprender la gestión de riesgos y desastres como una herramienta fundamental para fortalecer las capacidades sociales preventivas y reducir el número de desastres, pues no son eventos aislados, desconocidos ni nuevos, por el contrario, han sido muy frecuentes, documentados y sus antecedentes son muy remotos.

* Periodista, historiador y antropólogo, especialista en riesgos y desastres, Universidad de Colima. Más publicaciones: https://ucol.academia.edu/Raypadillalozoya

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