UNA SUBSECRETARÍA DE PROTECCIÓN CIVIL:
¡RETROCESO
DE 30 AÑOS!
En los medios de
comunicación se ha expuesto la creación, nuevamente, de la Secretaría de
Seguridad Pública, con tres subsecretarías, una de estas tres sería la
Subsecretaría de Protección Civil.
Cuando en todo el mundo se
ha evolucionado hacia la Gestión Integral del Riesgo de Desastre, y hablar de
Protección Civil -como política pública o como eje de acción gubernamental- resulta
obsoleto, México podría seguir quedando fuera del concierto mundial, en cuanto
al tema se refiere. Es preciso recordar que, hace un año precisamente en México
se llevó a cabo la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastre,
y que hace sólo un mes se participó en la Plataforma Regional para la Reducción
del Riesgo de Desastre en las Américas, en Colombia.
Nuestro país tiene un
territorio vulnerable a distintas amenazas, y la Gestión Integral del Riesgo de
Desastre aún no está contemplada como una prioridad, quizá por el
desconocimiento de que ésta está íntimamente ligada a la Gestión del Desarrollo
Sustentable, y por ende es una materia importantísima para la Seguridad
Nacional.
Hemos visto que la
Coordinación Nacional de Protección Civil, al haber estado subordinada a la
Secretaría de Gobernación, no pudo generar la gobernanza necesaria para
prevenir desastres, ni para mitigar riesgos. Sino que potenció la cultura
reactiva, y en la presente administración anuló la participación de la sociedad
civil, impidiendo la comprensión del riesgo de desastre, que es una de las
cuatro prioridades de Marco de Sendai, creando ingobernabilidad en ciertos
casos.
Debemos entender ya, que no
es posible seguir siendo reactivos, porque todo el ahorro y la disciplina que se
obtendrá con la austeridad republicana, podría perderse en temas de
reconstrucción, en lugar de invertir para la mitigación y la preparación, como
también lo establece el Marco de Sendai.
No debemos confundir el tema
de Seguridad Pública con el de Protección Civil; ni semántica ni coloquialmente
existe una relación donde una se subordine a la otra, sino que coadyuvan entre
sí para un mismo fin pero con métodos y conceptos absolutamente diferentes y en
casos específicamente definidos.
En primer lugar, el concepto
de seguridad, proviene del latín securitas,
que a su vez deriva de securus (sin
cuidado, sin precaución, sin temor a preocuparse), que significa libre de
cualquier peligro o daño, y desde el punto de vista psicosocial se puede
considerar como un estado mental que produce en los individuos un sentimiento
de que se está fuera o alejado de todo peligro ante cualquier circunstancia.
Entonces, la seguridad es la garantía que tienen las personas de estar libres
de todo daño, amenaza, peligro o riesgo; es la necesidad de sentirse protegidas
contra todo aquello que pueda perturbar o atentar contra su integridad física,
moral, social y hasta económica (Defnición, 2018) ; sin embargo, los peligros, los riesgos
y las amenazas a que se refieren uno y otro concepto, son diferentes en su
forma y en su presencia, en su manera de estudiarlos y de tratarlos, y sobre
todo de enfrentarlos.
En segundo lugar, lo que
México necesita ya, es una Autoridad Nacional para la Gestión Integral del
Riesgo de Desastre, cuyo objetivo y misión sean de lograr la Reducción del
Riesgo de Desastre, ambos conceptos incluyen a la Protección Civil como la
comprendemos ahora, pero con esquemas tendientes a prevenir, preparar y
mitigar, y a “reconstruir mejor”, principalmente. Se requiere una Autoridad que
pueda lograr la gobernanza y transversalidad que el tema exige, tanto en la
Administración Pública Federal, como en la de los otros dos órdenes de
gobierno. Una Autoridad que asesore de manera directa al tomador de decisiones
(Presidente de la República), sin intermediarios que le teman al costo político
del resultado y consecuencia de esas decisiones. Una Autoridad coordinadora,
incluyente, y que se dedique a hacer gestión integral del riesgo, no solamente
eventos bonitos. Pero una Autoridad autónoma, que realmente pueda ejercer con
independencia las acciones, programas, proyectos e iniciativas encaminadas a la
gobernanza, a la prevención, a la mitigación, que vea hacia el futuro, y no sea
una dependencia supeditada al contentillo de un Secretario de estado, que no
copie esquemas anteriores y nos regrese las fallas cometidas a lo largo de la
historia del SINAPROC.
Requerimos como Nación una
Autoridad capaz de incorporar e integrar la reducción del riesgo de desastres
en todos los sectores, examinar y promover la coherencia y consiguiente
desarrollo, como corresponda, del marco nacional y de los locales, de las leyes
y políticas públicas que, al definir las distintas funciones y
responsabilidades, ayuden a los sectores público y privado a hacer frente al
riesgo de desastres en los servicios y la infraestructura; fomentar y
proporcionar los incentivos que sean pertinentes para movilizar a las personas,
las familias, las comunidades y las empresas; reforzar los mecanismos e
iniciativas pertinentes para la transparencia, que pueden incluir incentivos
financieros, iniciativas de capacitación y sensibilización públicas, exigencias
de presentación de informes y medidas legales y administrativas; y poner en marcha estructuras de organización y
coordinación, todo ello dentro del esquema de la gestión integral del riesgo de
desastre.
Con una subsecretaría,
subordinada a una secretaría de un rubro totalmente diferente, México se
rezagará en establecer y fortalecer foros de coordinación gubernamental a nivel
nacional y local, como plataformas nacionales y locales para la
reducción del riesgo de desastres; no podrá crear conciencia y aumentar el
conocimiento del riesgo de desastres mediante el intercambio y la difusión de
información, ni contribuir a los informes sobre los riesgos de desastre locales
y el nacional. Una subsecretaría tendrá dificultad en coordinar las campañas de
sensibilización, en facilitar y apoyar
la cooperación entre las autoridades locales, como se le ha dificultado a la
actual Coordinación Nacional, y se verá ineficiente para contribuir a la
creación de planes nacionales y locales de gestión del riesgo de desastres. Al
estar subordinada, dependerá de la sensibilidad de esa Secretaría de estado,
cuya función es ajena y distinta a la gestión del riesgo de desastres.
No sobra decir que justo 32
años, 5 horas y 55 minutos después del sismo del 19 de septiembre de 1985, una
de las ciudades más grandes del mundo, y de las más importantes de América, no
estuvo preparada para un escenario muy similar al que se vivió en el ´85. Esto,
evidencia la urgente necesidad de dar pasos hacia adelante, con
responsabilidad, con conocimiento, siendo incluyentes, pero siendo sensatos.
México no puede seguir estancándose a cada desastre que pasa, y su sociedad
debe aprender a convivir con el riesgo, a conocerlo y prepararse para
mitigarlo, y en su caso, responder de la manera más adecuada, para poder ser
resilientes.
Una subsecretaría de
Protección Civil, nos aleja a pasos agigantados de cumplir con el Marco de
Sendai, que en términos muy generales, es crear las condiciones adecuadas para
que juntos, sociedad y gobierno, podamos llegar a la Reducción del Riesgo de
Desastre.
Parafraseando a un Profesora
española experta en castellano, evitemos una subsecretaría mal ubicada y sin
fuerza, es decir "UN CARGO PÚBLICO" que pueda convertirse en "UNA CARGA PÚBLICA”.
César
O. Flores Sánchez.
“El Corsario”
Bien dicho, la mitigación de Riesgos y prevención de desastres debe ser una prioridad nacional como la Economia, Turismo, Comunicaciones y Transportes y otras más. Debe ser una secretaria proporcional al tamaño del problema. Acá en mi pueblo dicen según el sapo la pedrada. Y esta administración fue pura "simulación civil".
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ResponderEliminarLa GIRRD, es prioridad para una nación, el derecho a la vida es un tema principal en la agenda de gobierno, no es un subtema.
ResponderEliminarEl derechoa a la vida es un tema de derecho humano, lo establece nuestra constitucion,asi mismo es un eje rector en la ley de proteccion civil, ademas esta en unos de los 30 derechos reconosidos a nivel mundial. Mexico firmo en esos pactos y es parte de ellos, por lo tanto por donde se le busque es prioridad, ademas la ley de proteccion a niños niñas y adolesente, esta como interes superior del menor,
EliminarNo es un tema para nada a la lijera