SIN BENEFICIO DE LA DUDA
Hace una semana que
pasaron las elecciones en el país. Se
vive un ambiente de cambio muy similar al que se percibió en 2000 cuando
Vicente Fox asumió la presidencia, o hace 6 años cuando Enrique Peña resultó
electo.
Sin embargo, parece
que ese ánimo de júbilo es únicamente para festejar que salen unos del poder y
llegan otros, con ideas positivas claro, pero demagógicas. Sin una visión clara
de lo que puede afectar el desarrollo sostenible del país, y sin propuestas
serias o tangibles para un tema por demás delicado, la Reducción del Riesgo de
Desastre.
Es demasiado preocupante
que en el Plan Desarrollo que hasta
ahora ha presentado (quizá de manera informal) la Administración electa,
solamente le dedican unas pocas líneas al tema de la Gestión de Riesgos. Por
demás preocupante que, siendo un tema tan sensible y de Seguridad Nacional, no
se defina aun un equipo para la transición, así como hasta hoy sucede con las
Fuerzas Armadas.
Es absolutamente
necesario que la autoridad del estado asuma su papel como garante de la
protección del ciudadano, incluyendo, por supuesto, todos los esquemas y
medidas de prevención al alcance, involucrando de manera activa y participativa
a la sociedad civil. Es decir, no podemos continuar con los conceptos de estado
y sociedad que había en el Siglo XIX, ni con los programas paternalistas del
Siglo XX, y mucho menos con la gestión del riesgo de desastre, más aún con los
fenómenos naturales que se presentan en el territorio nacional.
No se trata de saber
quién (que por demás es importante), se trata de que haya una consulta a los
expertos y el tema no se deje en manos de aquellos que no cuentan con los
conocimientos, ni la capacidad, ni los contactos para abanderar la Gestión del
Riesgo de Desastres en nuestro país. La falta de pericia, la carencia total de
sensibilidad, el exceso de arrogancia y de soberbia, el querer que las cosas
salgan bonitas en lugar de que salgan bien, fueron los causantes de un
retroceso en los esquemas de protección civil a nivel federal, y con
repercusiones serias en algunas entidades y municipios.
En este tema no es
posible dar el beneficio de la duda. México necesita retomar el liderazgo que
ha perdido en la América Latina en muchos sentidos, pero principalmente en
gestión de riesgos. En términos prácticos, han sido más programas de oropel, de
pantalla, de ornato, que soluciones viables tendientes a la prevención. Ha
habido un exceso de fatuidad que ha frenado mucho el desarrollo, en muchos
sentidos, de verdaderos sistemas que prevengan riesgos.
Ahora, no puede haber
beneficio de la duda porque, no solamente hay bienes en riesgo, sino vidas
humanas.
*Mi abrazo fraterno a
los familiares de los Bomberos fallecidos recientemente. Deseo que su
transición sea rápida y que haya pronto consuelo.
CÉSAR ORLANDO FLORES SÁNCHEZ.
EL CORSARIO
como dejar de ver la falta de importancia que se le ha otorgado a la Gestión integral del Riesgo cuando lugares donde seimpre se han tenido accidentes, vuelve a ser el centro de atención con elementos bomberos, protección civil y seguridad pública caídos... negligencias.
ResponderEliminarExcelente artículo, muy importante difundir ampliamente para conocimiento de los nuevos gobiernos, aplica para los tres niveles a sus propias escalas y ámbito territorial.
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