“El RETO NACIONAL DE LA
EDUCACIÓN EN PROTECCIÓN CIVIL”
Es necesario dejar la mediocridad en los temas de Protección
Civil en el país, tanto en la formación de especialistas como en la población
en general.
A lo largo de su
historia, México ha sido escenario de desastres significativos;
terremotos, erupciones volcánicas, huracanes, inundaciones, sequías, heladas,
incendios, explosiones, epidemias, etcétera, que nos debieran crear conciencia
de que el territorio que habitamos es vulnerable por el simple hecho de estar
ubicado donde está.
Es tan diverso y tan vasto, que es imposible pensar que no
sucederá nada nunca, más aún cuando lo
hemos vivido en carne propia.
Preparar a la población para aprender a comprender y convivir
con los fenómenos naturales contribuye a la Gestión Integral de Riesgos, además
de ser uno de los compromisos fundamentales de la Plataforma Global para la
Reducción del Riesgo de Desastre, de la cual fuimos sede en mayo de este año.
No solamente se trata de realizar un macro- simulacro, si no
de dejar en la conciencia de la población la importancia de estar preparados de
manera permanente ante la presencia de los fenómenos perturbadores según la
región o zona en que habiten, y otros que son comunes a todas como los
fenómenos de carácter antropogénico.
Para ello se requiere que se involucre de manera práctica a
las autoridades responsables del tema con la sociedad civil; desafortunadamente,
por diversas causas, la Unidades Municipales de Protección Civil se han ido
alejando de la sociedad, en tanto que se han convertido en oficinas
recaudatorias, y con ello sale le oportunidad de corruptelas. Además, se ha restringido
la participación de la sociedad civil en lo que antes eran la Jornadas
Regionales y ahora han dado por llamar Convención Nacional, e inclusive la
propia autoridad ha tratado de cancelar las actividades que organiza la sociedad
civil, inhibiendo así su participación.
Más allá de ello, y como alguna de las consecuencias de los
sismos, se está incorporando la materia de Protección Civil en la currícula
académica en algunas entidades federativas, pero a todas luces debería ser a
nivel nacional. Y no sólo en el ámbito de la educación básica, si no en la
media, en la media superior y en la superior. Es decir, cada carrera, técnica o
profesional, tiene una relación directa o indirectamente con el aspecto
multidisciplinario de la Protección Civil: Ingenieros, Arquitectos, Médicos,
Químicos, Físicos, Politólogos, Abogados, Economistas, Actuarios, Periodistas,
Biólogos, Diseñadores Industriales, Diseñadores Gráficos, Pilotos, Administradores,
Contadores, y un muy largo etcétera.
Pero no debiese terminar ahí. En los centros de trabajo es
dónde debe aplicarse con mayor ahínco; no con cursitos para cubrir un requisito,
si no con el verdadero compromiso de crear conciencia. Inclusive crear y establecer
áreas de Protección Civil en todas las dependencias de la Administración
Pública de los tres niveles de gobierno (como lo he manifestado en diversas
ocasiones), de manera que se involucre al trabajador, al empleado, y pueda
socializar el tema con su familia. Es decir, una familia donde los hijos en la escuela han
aprendido cómo participar en simulacros, y los padres son brigadistas en sus
centros de trabajo, entonces es plausible que diseñen su Plan Familiar de
Protección Civil, lo ejecuten y practiquen
Podría parecer que vivimos en la paranoia, pero volverá a
temblar, impactarán de nuevo huracanes, hará erupción uno o los dos o más
volcanes, habrá sequías y heladas, se voltearán pipas de amoniaco o gas cloro
con doble remolque, habrá tornados. Y no sólo es responsabilidad del gobierno
que no pase algo, sino que cada quien contribuya en su preparación, ya sea para
mitigar o para recuperarse ante la ocurrencia de un desastre.
Fomentar el uso de la mochila de emergencia, la realización
de simulacros de todo tipo y con varias hipótesis, las buenas prácticas en
materia de autoprotección, entre otras cosas, no sólo nos volverá más
resilientes, sino que podrá fortalecer la cultura de prevención y dejaremos de
ser reactivos ante eventos desastrosos.
Insisto, no sólo es responsabilidad del gobierno, sino
también de todos y cada uno de nosotros como sociedad civil. Educar no es
capacitar, tiene un sentido mucho más profundo; la consecución de una cultura,
que es imperante generar.
César Orlando Flores Sánchez
Soy de los que piensan igual que usted querido amigo y creáme que esa "evangelización" en la gestión del riesgo sólo va a lograr un cambio de paradigma y un desarrollo de conductas adecuadas, sólo cuando se internalice en los colegios como programas obligatorios de enseñanza en todos sus niveles. Mejor aún, cuando esté en todos los niveles de enseñanza, así veremos cambios reales en 50 años. Vamos a las "Indias" o "la nueva América" ¿quién quiere ir con nosotros sabiendo que quizás nunca a llegue a ver esa tierra prometida? Créame que yo estaré en la primera línea para abordar esa embarcación. Saludos desde Chile!
ResponderEliminarAgradezco profundamente su comentario! Se que no somos pocos en esta lid, y vayamos por una América resiliente, preventiva y educada ante los riesgos.
ResponderEliminarBuenas noches, totalmente de acuerdo con usted.
ResponderEliminarme permitiría tomar este mensaje para mostrar la importancia de la capacitacion y profesionalizacion en materia de PC?
Para sustentar parte de mi investigacion y darle el credito merecido??
Hola!, supongo que lo tomó y espero que realmente haya servido.Estoy firmemente convencido de que es la única manera de cumplir con lo que nos corresponde, es decir, preparándonos... y parte de ello es compartir conocimiento e información.,. Saludos cordiales.
EliminarBuenas tardes, disculpe podría informarme en donde podría conseguir el libro que presentó en SLP; Protección Civil: Indispensable para la Seguridad Nacional.
EliminarLe agradecería que pudiera ponerme en contacto con usted para poder buscarle y comprar el libro mencionado.
Gracias