Dentro
de las Reflexiones sobre el Estado Actual de la Gestión Integral de Riesgos hay
que considerar que para que el país sea menos vulnerable y más resiliente ante
los diferentes fenómenos naturales que lo impactan territorialmente, debemos
trabajar, a nuestro juicio, en los siguientes aspectos:
a)
Niveles de
gobierno
1.
Consideramos
que uno de los principales problemas, y del cual deberíamos de partir, está
relacionado con los periodos de tres años de los gobiernos municipales.
Una vez finalizan su mandato existe una pérdida de equipamiento, información y de
personal de protección civil que estuvo laborando. Cuando se inicia el nuevo
mandato nos topamos que tenemos que iniciar de cero las actividades de
protección civil que ya tenían un avance en los tres años anteriores. Mientras
persista está distorsión, conjuntamente con la falta de idoneidad y
profesionalización del recurso humano de protección civil, el país no podrá
reducir significativamente su vulnerabilidad y verá mermada su resiliencia ante
los desastres.
Por muchos
esfuerzos y recursos que se destinen a nivel federal, si no se toma en cuenta
está distorsión (que se puede resolver), estos esfuerzos y recursos no serán suficientemente
efectivos y operativos a nivel local. El país resulta ser muy vulnerable
institucionalmente y a partir de esta vulnerabilidad institucional se derivan
otras vulnerabilidades como la socioeconómica y la estructural. La gestión
implica gobernanza.
b) Marco legal, normativo y reglamentario,
y políticas públicas
2.
Para
poder entender la Gestión del Riesgo en su análisis, tipologías y evaluación se
necesita de un profundo conocimiento del marco conceptual, legal, normativo
y reglamentario.
3.
Se
necesita que el marco legal, reglamentario y normativo en relación con
el análisis, evaluaciones y gestión del riesgo, sea del conocimiento
profundo de los tomadores de decisiones. La mayoría de los escenarios de
riesgo son consecuencia de la violación reiteradas de la ley o de su ignorancia.
4.
La
Gestión Integral del Riesgo debe ser fortalecida legalmente; por tanto, es
importante asignar recursos a los municipios, no solo para confeccionar sus
atlas de riesgo, sino también para su Gestión y Actualización Continua en
conjunto con la comunidad y sus diferentes actores. Hace falta una ley de
Gestión Integral del Riesgo.
5.
Los
riesgos son distorsiones (corrupción, simulación, improvisación, especulación y
falta de idoneidad y capacitación del personal de protección civil) en la
proyección territorial de las políticas públicas en materia de gestión de
cuencas, ecosistemas, planes de desarrollo, ordenamientos territoriales (usos
del suelo) y atlas de riesgo. Los Atlas de Riesgo constituyen en la vida
real una cartografía de las distorsiones que se comenten en los usos del suelo.
6.
Internalizar y articular el tema de los riesgos y su
gestión (por ley)
en los planes de desarrollo, programas, proyectos de inversión, ordenamientos y
estrategias de desarrollo territorial a cualquier nivel. Velar por su
seguimiento y cumplimiento.
7.
Debemos
consolidar, gestionar y darle seguimiento a las siguientes políticas
públicas (entre otras) para la reducción del riesgo de desastres.
i.
Instrumentación
y gestión de los Ordenamientos Territoriales y su articulación con los Atlas de
Riesgos, Planes de Desarrollo Municipal y organismos de gestión de cuencas
hidrológicas. Financiamiento para la Gestión.
ii.
Sistemas
de Alerta Temprana. Recurso humano profesional preparado capacitado y
comprometido con su manejo y operatividad. Comunicación del Riesgo.
Conocimiento de las tradiciones y características específicas de cada
territorio.
iii.
Instrumentos
para el financiamiento del riesgo: seguros. Hay que realizar una campaña de
cultura a favor de los seguros, con pólizas accesibles considerando las
condiciones económicas de los asentamientos expuestos.
8.
Incrementar
los recursos asignados al FOPREDEN y su fideicomiso FIPREDEN, con el
objetivo de estimular la prevención. Sus reglas de operación deberán de
liberarse de la excesiva burocracia, lo cual dificulta el conocimiento y
operación de las mismas.
9.
El
país, por el abanico de fenómenos que lo impacta y dada su vulnerabilidad y
exposición, debería de contar con otros centros estilo CENAPRED a nivel
regional. Pensamos que una inversión de este tipo sería un indicador a
considerar en materia de políticas públicas para la reducción de vulnerabilidad
y aumento de la resiliencia. Se cuentan con los recursos económicos (FOPREDEM y
FIPREDEM) para dotar de equipamientos y recursos humanos a estos centros, los
cuales estarían conectados al CENAPRED. Por ejemplo, el sur del país debería de
contar con un centro regional del tipo que se plantea. La mejor inversión y la
más rentable es la destinada a la Prevención.
c) Investigación
10. En el ámbito
académico debemos fomentar los estudios e investigaciones relacionadas con las
dinámicas causales de los desastres y no solo con sus consecuencias. Hay que
transformar la información en conocimiento ciudadano.
d) Capacitación y formación de recursos
humanos
11. Si hay que priorizar
la gestión preventiva o prospectiva del riesgo local de desastre. En este
sentido, la prioridad estará en la capacitación, formación y superación de
recursos humanos a nivel local, fundamentalmente. Esto se justifica dada la
globalidad y el enfoque sistémico bajo el cual se debe visualizar la gestión de
los diferentes escenarios de riesgos.
12. Partiendo del
punto anterior, la situación actual amerita que el personal operativo de
protección civil, principalmente de los municipios, sea Acreditado, Certificado,
Evaluado y de Base, y tenga garantías de continuidad. Lo anterior debe ser
independiente de los movimientos en política, ya que con ello se garantizaría
la sistematización, actualización y el manejo acertado de la información; permitiendo
una gestión efectiva de los diferentes escenarios de riesgo, y facilitando la
simulación y modelación para la obtención de los pronósticos de futuras
dinámicas de los escenarios de peligro y riesgos.
13. Como mínimo el
personal de protección civil deberá contar con grado de Licenciatura, dada la
complejidad de los problemas que engloban la Gestión Integral de los diferentes
escenarios de peligro y riesgo. El país y su vulnerabilidad lo exigen.
14. Dignificación de
la actividad de protección civil en los tres niveles de gobierno y
fundamentalmente en los municipales. Hay que priorizar la profesionalización y
certificación de la actividad. México cuenta con los recursos humanos
preparados para poder resolver, consolidar y desarrollar los puntos
anteriormente planteados.
e) Sociedad Civil
15. Debemos apostar
fuertemente por la Resiliencia Comunitaria; es preciso tener en cuenta
que ésta se inicia con la educación y sensibilización de la población y
sociedad en su conjunto, así como con la preparación, capacitación y
profesionalización de los recursos humanos implicados en la actividad de
protección civil local. Ello permitiría reducir significativamente la
vulnerabilidad de los diferentes asentamientos humanos (rurales y urbanos) ente
los desastres. Se necesita que la sociedad entienda que todos tenemos
responsabilidad en la construcción de las vulnerabilidades, por lo cual deberá
existir un compromiso mayor por parte de la sociedad para reducirlas.
16. Priorizar la
realización de los análisis de costo beneficio en el planteamiento de
medidas tanto estructurales, como no estructurales para la reducción del riesgo
de desastre. A su vez, es importante el tema de la transferencia del riesgo, a
través de seguros y otros instrumentos financieros.
Las reflexiones tratadas de forma
sintetizada constituyen, a nuestro juicio, puntos fundamentales para la
discusión, análisis, proyección y aterrizaje. Son cuestiones que pueden ser
viables en lo económico, social y político, solo faltaría la voluntad política
para llevarlas a cabo de manera conjunta con la sociedad ya que todos somos constructores
de espacios territoriales de riesgo y vulnerabilidades.
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