LA ACCIÓN LOCAL EN LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRE
Si cada entidad federativa tiene características geográficas, orográficas, hidrográficas, demográficas diferentes, y cada municipio con lo propio; entidades como Oaxaca que tiene 570 municipios, o Veracruz con 212, o Baja California Sur con 5, y cada uno de ellos muy diferente a los colindantes, no puede haber una sola política, sí directivas, sí normatividad, pero no procedimientos sistemáticos.
Con
base en lo anterior, es necesario manifestar que la Gestión del Riesgo de Desastre
debe partir desde el ámbito local, insisto, más allá de la municipalidad, en la
Alcaldía, en la Agencia Municipal, en la Junta Auxiliar, en la Delegación, en
la Comunidad o Localidad, en el Barrio y el asentamiento. Es ahí donde los
análisis de vulnerabilidad dan cuenta clara de la construcción social del
riesgo, y por ende donde se deben enfocar los esfuerzos que, con gobernanza y transversalidad,
debe realizar la municipalidad para la reducción del riesgo de desastre,
principalmente con el primero de los procesos de la Gestión del Riesgo de Desastre,
la Gestión Predictiva, es decir, el conocimiento y la comprensión del riesgo,
determinar, conocer a qué estamos expuestos y cuáles son las vulnerabilidades
que se tienen, para que, a partir de ahí, se puedan generar las acciones de
prevención, preparación, mitigación, y todas las que engloban los procesos de
la gestión correctiva, preventiva y de respuesta.
La
gestión local del riesgo abarca un nivel de particular de intervención, puesto
que lo local se convierte en un elemento articulador entre los niveles
territoriales debido a que el riesgo se manifiesta primeramente a nivel micro. Por
ello, en este contexto y frente a diversos factores que se hacen presentes, lo
local toma relevancia para la generación de una cultura de prevención de riesgos
en la sociedad/ comunidad.
Es muy
importante entender que las características elementales que definen la gestión
local del riesgo de desastres son:
a).- La
relación que existe entre la gestión local del riesgo y la gestión local del
desarrollo;
b).- El
proceso de construcción de la política de GRD es participativa; y
c).- El municipio como responsable político y
administrativo de la gestión del riesgo.
Sin
embargo, en la muy basta mayoría de los 2471 municipios de México, es posible
determinar que, los gobiernos municipales, no gestionan desde el enfoque del
riesgo de desastres; lo que consecuentemente genera un impacto directo en la
gestión del desarrollo. La cultura reactiva es lo que impera, pero con una
reacción mutilada al no contar con los recursos materiales, y la mayoría de las
veces, humanos, adecuados e idóneos para responder a una emergencia o desastre.
El insistir
en que las entidades de Protección Civil sigan siendo un agente recaudatorio, o
de pago político, o mantener la actitud de minimizar, o inclusive invisibilizar,
la importancia de gestionar el riesgo, trae como consecuencia las afectaciones
por daños y pérdidas en caso del eventual impacto de un desastre, lo que
evidentemente detendrá, o por lo menos, ralentizará el desarrollo en esa
demarcación.
Gestionar
el riesgo requiere que se establezcan mecanismos de concertación, coordinación,
negociación y articulación entre los niveles y áreas de gobierno como con la
sociedad civil. Esto último, se relaciona con la falta de institucionalización
en materia de normas, leyes o decretos en lo que respecta a la protección civil
en la mayoría de las localidades y municipios, y, como consecuencia de ello, la
coordinación y colaboración entre los diferentes niveles de gobierno se ve
afectada.
Parafraseando
a Mami Mizutory, Representante Especial del Secretario General de la ONU para
la Reducción del Riesgo de Desastres, “Los desastres naturales no existen.
Los desastres son siempre el resultado de las acciones y las decisiones
humanas. Conceptualizarlos como naturales ha propiciado incontables discusiones
desde hace siglos. Como cuando Jean-Jacques Rousseau le escribió a Voltaire con
motivo del terremoto de Lisboa en 1755: “convenga usted que la naturaleza no
construyó las 20 mil casas de seis y siete pisos, y que, si los habitantes de
esta gran ciudad hubieran vivido menos hacinados, con mayor igualdad y
modestia, los estragos del terremoto hubieran sido menores, o quizá
inexistentes”
Si el
riesgo se construye socialmente, y quien regula y es el primer contacto con la
sociedad y el ciudadano, es el gobierno local, luego entonces, es el primer
responsable de generar los procesos de Gestión del Riesgo de Desastre.
Dr. César Orlando Flores Sánchez
Completamente de acuerdo Dr. César Flores, la gestión del riesgo debe partir de lo local, con directrices claras a nivel nacional, con personal capacitado y conocimiento del riesgo, y que se deje de ver cómo la "caja chica" de los municipios a las áreas de protección civil. Hay mucho por hacer, y no existe aún la suficiente voluntad lo política, pero esperemos que se logre promover de mejor manera y con mayor asertividad, desde la academia, sociedad civil organizada y personas interesadas en la gestión del riesgo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo descrito, siempre es bien sabido que la raíz de la gestión de riesgos de desastre es en lo local y por supuesto las coordinaciones deberán tener esa gobernanza que se requiere
ResponderEliminarFelicidades Maestro Orlando saludos desde San Luis Potosí
Así lo dice explicitamente la nueva propuesta de ley. Extraordinario análisis Doctor, reitero mi compromiso. Saludos 🤗
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo con la propuesta que proponen.
ResponderEliminarCelebro la oportunidad de haberme enterado de los artículos escritos, por el Dr. César Flores - "Corsario" -, y obvio, le doy toda la razón en sus análisis y planteamientos de lo que es idealmente necesario cumplir inicialmente, por el gobierno federal, como ente Rector de los niveles estatales y municipales.
ResponderEliminarPero la realidad, supera la ficción, en lugar de darle a la Coordinación General de Protección Civil el peso y responsabilidad que le confieren sus funciones, se le degrada para depender de una Subsecretaria de Seguridad ciudadana, ya que antes dependía directamente de la SEGOB, teniendo más peso funcional independientemente de su titular.
Lo cual ha propiciado que la Cultura de la Protección Civil a nivel nacional, lamentablemente, opino, vá hacia atrás y lo refuerzo, con solo un botón de muestra: LA SOLIDARIDAD.
Ingrediente presente que se detona en cualquier evento destructivo -lamentablemente- compuesto de varias etapas; Se detona la Emergencia, se expande entre la comunidad cercana y se dá conocimiento a las autoridades locales.
Pero en cuanto llega la siguiente noche, oh, desencanto, inicia la Rapiña solidaria y verdaderamente triste 😢.
Una etapa de Héroes y Villanos.
Nuestra tarea, es ardua y seguir picando piedra, como lo realiza nuestro estimado Corsario.
Tareas: reubicar adecuadamente a la Coordinación General de Protección Civil, El Fonden, institucionalizar vertical y horizontalmente en lo tres ordenes de gobierno, la Funcion de Protección Civil.