PRINCIPALES OBJETIVOS DE LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL EN EL MARCO DE LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES.
Vamos por el camino adecuado?
En la actualidad, más la mitad de la población mundial está amenazada por las fuerzas de la naturaleza; una quinta parte de la superficie de la tierra es regularmente afectada por terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones, sequías, deslizamientos de tierra y tormentas, y estos eventos son cada vez más frecuentes. Por otra parte, los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes.
Los impactos negativos de los fenómenos naturales afectan a un número creciente de personas, esto es, más de 7 billones de personas viven en nuestro planeta hoy en día y, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas, esta cifra habrá aumentado a más de 9 billones para el año 2050. Los países pobres y densamente poblados son particularmente vulnerables a las fuerzas de la naturaleza; las estructuras existentes apenas pueden enfrentar los eventos de menor importancia y son completamente abrumadas por catástrofes importantes.
Por ello, la prevención y mitigación de los riesgos, la preparación para posibles desastres y la adaptación a un entorno cambiante deben constituirse en medidas reales para salvar vidas y que, además, sean sensibles con el medio ambiente, mismas que deben ocupar una posición prominente en los programas de desarrollo integral en los países afectados.
La prevención y la preparación dan frutos, aunque el beneficio directo no es a menudo inmediatamente visible y, desafortunadamente, tampoco es políticamente redituable a corto plazo. Las inversiones en una mejor experiencia en las áreas de gestión de riesgos y crisis, mayor conciencia entre la población y la protección de la vida, de los medios de vida y de los activos son beneficiosas a largo plazo.
Que los países puedan alcanzar un mayor nivel de seguridad es uno de los objetivos principales de la Cooperación Internacional en el tema de Gestión del Riesgo de Desastre. Como consecuencia lógica de la asistencia de emergencia, la prevención de desastres y el estar preparado constituyen un mandato explícito de la ayuda humanitaria, cuyo objetivo es ayudar a las poblaciones afectadas, salvar vidas, aliviar el sufrimiento y proteger a las víctimas más vulnerables. También está el tema de promover y apoyar el desarrollo sostenible, pues ayuda a soportar las fuerzas de la naturaleza y mejorar la adaptación al cambio climático. Para ello se requiere:
1.- a) Disponibilidad de recursos técnicos, físicos, económicos o humanos de parte de un socio (ofrecimiento de Cooperación Internacional). b). Requerimiento de parte de una entidad para el apoyo específico de parte de un socio de la Cooperación Internacional- (solicitud de Cooperación Internacional).
2. Comunicación y coordinación del socio de la cooperación/entidad, para sacar adelante la solicitud/ofrecimiento.
3. Formulación, formalización e implementación conjunta de las acciones a desarrollar por parte del país recipiendario, y el socio de la cooperación internacional.
4. Evaluación, sistematización, y rendición de cuentas conjunta de las acciones de cooperación internacional de parte del país recipiendario y de las entidades al Socio de la Cooperación Internacional.
A nivel de las líneas de intervención y procesos de Gestión del Riesgo de Desastres, la coordinación y articulación de todas las entidades nacionales e internacionales se desarrolla por medio de mesas técnicas inter-institucionales lideradas por entidades nacionales relevantes, y con permanente participación del equipo del ente coordinador de los temas de GRD en el país. Estas mesas son de activación permanente, y tienen el objetivo de desarrollar acciones de planificación, ejecución y respuesta, y de generar una plataforma para el intercambio de lecciones aprendidas y experiencias exitosas.
Las acciones de coordinación de las mesas técnicas interinstitucionales tienen la finalidad de evitar la duplicación de esfuerzos y garantizar la complementariedad y sinergia de todas las entidades nacionales e internacionales, en el marco de una Gestión del Riesgo de Desastre que contribuya a la seguridad, el bienestar, la calidad de vida de las personas y al desarrollo sostenible del país.
Para esto, se generan en el marco de las instancias de coordinación, planes de acción conjuntos y se firman además Memorandos de Entendimiento y otros acuerdos de cooperación con las entidades que se considere pertinente, con el fin de asegurar la complementariedad de las acciones a nivel nacional y territorial.
En resumen, el objetivo principal, es apoyar al país recipiendario a prevenir, mitigar preparar, establecer y coordinar acciones de gestión de riesgos con el afán de reducir de manera considerable su vulnerabilidad, con recursos humanos, técnicos, materiales, científicos y financieros.
Sin embargo, para ser un país recipiendario es necesario generar confianza con políticas nacionales tanto económicas como sociales, y es absolutamente necesario, para dar esa confianza, que el país o cooperativa que dota de la ayuda cuente con la certeza que no se harán políticas clientelares con esa ayuda.
Para ello se requiere una estructura sólida para un sistema nacional de Gestión del Riesgo de Desastre, con una capacidad de concertación en todos los órdenes de gobierno, y que sea capaz de establecer las políticas adecuadas para la Reducción del Riesgo de Desastre, a pesar del Tomador de decisiones; lo cual exige de una persona preparada que no vea a la Gestión del Riesgo de Desastre, a la Protección Civil, ni a la Reducción del Riesgo de Desastre como temas meramente políticos, sino de Desarrollo, y por ende, como siempre lo manifiesto, de Seguridad Nacional.
Mtro. César Orlando Flores Sánchez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario