Continuamos
con la descripción de los sismos que se han producido en la costa occidental de
México y con énfasis en aquellos que mayores impactos han ocasionado tanto en
la sociedad como en desarrollo del conocimiento científico y su aplicación en la
ingeniería sísmica con fines de prevención de los riesgos geológicos en nuestro país.
1.-
Introducción:
En
el Estado de Guerrero se registra alrededor del 25 % de la sismicidad que
ocurre en territorio mexicano, tal como lo refiere Gama García (2010), la
fuerte actividad sísmica en la región del Pacífico Mexicano, es provocada por
la subducción de la placa de Cocos por debajo de la Norteamericana, responsable
de la generación de terremotos de gran magnitud, incluyendo algunos mayores que
8.0.
En
la figura 1 se presenta la localización y áreas de ruptura de los sismos de
subducción más importantes ocurridos en México y específicamente frente a la
costa de los estados de Michoacán y Guerrero, los cuales han provocado además de la lamentable pérdidas de vidas, daños severos en las
construcciones así como en la infraestructura en varias ciudades a lo largo de
la historia. La experiencia muestra que un gran porcentaje (alrededor del 80%)
de pérdidas de vidas humanas que ocurren a raíz de sismos importantes se debe
al colapso de viviendas auto construidas, tal como como lo señala Salgado
(2002).
Fig.
1 Brechas sísmicas y áreas de ruptura
de los sismos de subducción con epicentros en
Michoacán
y Guerrero (Créditos a quien corresponda)
Entre los terremotos más importantes que han ocurrido
destacan, el conocido Sismo del Ángel (28 de julio de 1957, M=7.5); el de
Colima (enero 1973), los de Septiembre de 1985 y el terremoto del miércoles 14
marzo de 1979, a las 05:07:16 hora local, que alcanzó una magnitud de 7.6, a
una profundidad de 25 km y cuyo epicentro se localizó, cerca de la
localidad de Petatlán, en la costa de Guerrero a 290 kilómetros al suroeste
de Ciudad de México (Kostoglodov y Pacheco, 1999)
2- Daños y efectos causados por el sismo de Petatlán.
Alonso
y colaboradores, en su calidad de investigadores pertenecientes al Instituto de
Ingeniería de la UNAM, publicaron el 20 de marzo de 1979, el “Informe
preliminar sobre el sismo del 14 de marzo de 1979 cerca de la costa de
Guerrero. Parte A”, en donde mencionan que en la población de Petatlán,
Guerrero, cercana al epicentro, el sismo destruyó alrededor de una docena de
casas de adobe, otras de la misma clase con daños de variable gravedad y ningún
daño en casas edificaciones construidas por tabique recocido y con castillos de
concreto.
De
acuerdo a lo reportado por Gama García (2010) en la ciudad de Chilpancingo, se
registró una intensidad máxima de VIII en la Escala de Mercalli Modificada. Los
daños se ubicaron principalmente en la zona centro, así como en el edificio de
la Rectoría de la Universidad Autónoma de Guerrero, de siete niveles de
concreto reforzado, localizado en suelo sedimentario, el cual fue reforzado con
una solución inadecuada y finalmente demolido después de los sismos de
septiembre de 1985.
Por
otra parte, además de los informes preliminares, en el documento digital de los “Peligros Naturales y Tecnológicos
relevantes durante el periodo 1810-2010” (CENAPRED, 2013), señalan que este evento también se
percibió en la Ciudad de México y debido a los efectos de amplificación del movimiento
de su suelo, fue lo que ocasionó importantes daños en la colonia Roma, además
de la Centro y Tabacalera.
Se reportaron 39 estructuras con daño, 25 con daños importantes, 9 graves, 2
colapsos parciales y 3 totales como los dos segmentos del edificio principal de
la Universidad Iberoamericana y otros edificios en donde se encontraban la
totalidad de las aulas y la Dirección General. Además de una de las cinco alas de concreto del complejo de edificios, cuyo campus estaba en la colonia Campestre Churubusco, al sur de la ciudad de Mex (Figura 2).
Fig.
2. Daños en la Universidad Iberoamericana ocasionados por el sismo del 14 de marzo de 1979.
(Fuente: Material fotográfico de internet)
En la Figura 3, se muestra el colapso del Taller de Arquitectura y en los diversos periódicos se presentaron notas del acontecimiento (Figura 4).
Fig.
3. Colapso total de la Universidad Iberoamericana ocasionados por el sismo del 14 de marzo de 1979.
Fig.
3. Recorte periodístico señalando las afectaciones que se presentaban en la Universidad Iberoamericana por
el sismo del 14
de marzo de 1979
(Fuente: Universidad Iberoamericana, 2019)
Por su trascendencia, el sismo de Petatlán es conocido como el “Temblor
de la Ibero”. (CENAPRED, 2013, Universidad Iberoamérica,
2019). Por fortuna, ocurrió fuera del horario escolar, por lo que no hubo
muertos ni heridos dentro de sus instalaciones (ERN, 2019). El 22 de marzo de 1979, se iniciaron las clases de
licenciatura en las instalaciones de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica
y Eléctrica (ESIME) Culhuacán, prestadas por el Instituto Politécnico Nacional
y otros cursos se impartieron en el Colegio de Ingenieros Civiles de México. (Universidad
Iberoamérica, 2019)
La
cifra oficial fue de cinco muertos CENAPRED, 2013). y se reportaron 30 heridos. La Figura 6 corresponde al colapso total de la vivienda de dos niveles de construcción ubicada en Caridad no. 13 en la zona de la Lagunilla donde murió un joven de 17 años. (ERN, 2019).
Figura 6. Colapso total de vivienda en Caridad 13, colonia
Guerrero en la Ciudad de México por el sismo de la Ibero del 14 de marzo
de 1979
El abastecimiento de agua potable sufrió grandes daños, dejando a un 40 % de
los usuarios sin el servicio por más de 48 horas. De
acuerdo al CENAPRED, en general 600 edificios fueron dañados entre casas,
edificios públicos, cines y otros inmuebles del entonces conocido Distrito
Federal, hoy Ciudad de México (Figura 7).
Figura 7. Mapa
actual de la ciudad de México con la ubicación de edificios que reportaron
daños el 14 de marzo 1979.
Actualmente
se encuentra disponible en el visualizador Web de daños del Sismo
De La Ibero, donde se presenta la información para la Ciudad de México,
la cual se integró, junto con los efectos de otros importantes terremotos, que
se puede acceder en el portal https://serv.ern.com.mx/VisualizadorERN
.
3.- Origen tectónico del sismo de Petatlán
de 1979.
Diversas
investigaciones como las realizadas por la UNAM (1979), inicialmente señalaban
que el epicentro del este sismo fue cercano a las costas de Guerrero, entre Acapulco y la
desembocadura del Balsas. Posteriormente, se determinó que ocurrió cerca del pueblo
de Petatlán (17.3"N, 101.3"W), con una magnitud de 7.6, somero (25 km de
profundidad) y se generó en lo que en su momento fue una zona de quietud sísmica conocida
como la Brecha de Michoacán (Singh, 1980). Generado en la zona de subducción entre las entre las placas de Cocos y Norteamericana
y en un segmento con un ancho de ruptura de aproximadamente de los 90 km
(Mendoza, 1995). El tamaño del área epicentral fue de 1200 km cuadrados y se
localizó totalmente en la región oceánica (Sánchez y Farreras, 1993)
Este evento generó información valiosa para que Gettrust
y colaboradores (1981), analizaran tres terremotos moderados que ocurrieron
cerca de la costa mexicana, secuencialmente de sureste a noroeste durante los
tres meses anteriores al terremoto de Petatlán (premonitores). Por sus
características tectónicas presentó varias réplicas de menor magnitud después
del sismo principal, cuyos tiempos de arribo de las ondas P y S, de acuerdo a Valdés y Meyer (1998) se utilizaron para conocer la
estructura sísmica entre la costa del Pacífico y la ciudad de México. Por otra parte Navarro y colaboradores (2012) emplearon los datos sísmicos para la identificación de eventos y patrones significativos en las zonas de quietud sísmica en la costa del Pacífico Mexicano, para aplicarlos en la determinación de periodos de ocurrencia de grandes terremotos .
4.- Tsunami del 14 de marzo de 1079
Como
estos sismos de subducción ocurren entre la costa y la Fosa Mesoamericana, los
más grandes y superficiales llegan a deformar el suelo oceánico durante la
ruptura. Esta deformación súbita del suelo oceánico provocó un tsunami, tal
como lo refieren Sánchez y Farreras (1993) y fue registrado en las estaciones
mareográficas de Acapulco, Gro. y de Manzanillo, Col., respectivamente.
En
Acapulco, la estación mareográfica más cercana a1 origen del tsunami, la altura
registrada de la ola inicial fue de 0.21 m y la bajada máxima de 1.31 m. El
período entre la primera y segunda cresta del tsunami fue de 30
minutos. La ola inicial del tsunami recorrió la distancia entre el origen y la
estación mareográfica de Acapulco en 16 minutos, con una velocidad de
propagación promedio de 543 km/h. (Figura 8)
Figura 8. Mareograma
del tsunami registrado en Acapulco, Guerrero, México
(Fuente: Sánchez y Farreras, 1993)
En
Manzanillo, la ola inicial se registró 25 minutos después de que se detectará
en Acapulco. En esta localidad, la altura inicial del tsunami fue de 0.10 m y
la elevación máxima registrada fue de 0.42 m. El período entre la primera y segunda
cresta fue de 35 minutos. (Figura 9).
Figura 9. Mareograma
del tsunami registrado en Manzanillo,
Colima, México
(Fuente:
Sánchez y Farreras, 1993)
El
tsunami fue registrado por un sensor de presión localizado a 150 km a1 sur de
Cabo San Lucas, en la punta de Baja California y a 981 km del epicentro del
sismo, a una profundidad de 3210 m en aguas profundas (Filloux, 1982.)
Referencias:
Gómez Bernal A. 2010. Estudio de peligro sísmico para la ciudad de Chilpancingo, Guerrero. Tesis de Doctorado. UAM. Unidad Azcapotzalco.
Gettrust, J.F., Hsu, V., Helsley, C.E., Herrero, E., and Jordan, T., 1981, Patterns of local seismicity preceding the Petatlan earthquake of 14 March 1979: Bull. Seism. Soc. Am., v. 71, no. 3, p. 761–769.
Kostoglodov, V. y Pacheco, J. F., (1999), Cien años de sismicidad en México, Suplemento del Instituto de Geofísica, UNAM, México D. F.
Mendoza, C., 1995,
Finite-fault analysis of the 1979 March 14 Petatlan, Mexico, earthquake using
teleseismic P-wave-forms: Geophys. J. Int., v. 121, no. 3, p. 675–683.
Sánchez D. A. Farreras S. S. 1993. Catálogo de tsunamis (maremotos) en la costa occidental de México. World Data Center A For Solid Earth Geophysics Publication Se-50 January 1993. National Geophysical Data Center. Págs. 18 y 78
S. K. Singh, J. Yamamoto, J. Havskov, M. Guzmán, D. Novelo,
R. Castro (1980). Geophysical Research Letters, ed. «Seismic gap of Michoacan, Mexico».
Valdés G. C., Novelo C. D. A. 1998. The western Guerrero,
Mexico, seismogenic zone from the microseismicity associated to the 1979
Petatlan and 1985 Zihuatanejo earthquakes. Tectonophysics Nº 287, p. 271-277.
Páginas electrónicas consultadas
ECR. 2019 40 años del sismo de la IBERO: lo que pasó, lo que
pasaría hoy si volviera a ocurrir.
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