Por: Henry Peralta y Amparo Velásquez
La historia de Resiola
Company & Riesgola Corporation,
una metáfora del mundo empresarial contemporáneo nos sirve para comprender la
importancia de integrar el riesgo de desastres en las políticas
organizacionales de las empresas del siglo XXI. A continuación, este relato:
En un territorio de condiciones complejas, coexistían dos
empresas gemelas: Resiola Company &
Riesgola Corporation. Su entorno se caracterizaba por ser “un caldo de cultivo”
de grandes contradicciones entre el riesgo y el desarrollo, caracterizado por
una fluctuación constante de altas “temperaturas” sociales, políticas,
económicas y ambientales, que estaban a punto de llegar a su nivel máximo de
ebullición. Aunque, por una parte, se negaba y se era indiferente sobre los
impactos del cambio climático en los ecosistemas y las ciudades, también se
presentaban grandes innovaciones, invenciones y emergía una consciencia de los
entornos. Los modelos mentales antiguos se preservaban, pero a la vez el
surgimiento del concepto de resiliencia, de manera disruptiva proponía romper
paradigmas y salirse de la zona de confort.
Era una época de grandes desastres, pero también de agendas
internacionales que apuntaban a la gestión del riesgo de desastres y a la
sostenibilidad. De manera simultánea, estaban presentes la ilusión, el anhelo,
la desesperación y la incertidumbre del desastre; se caminaba sobre la cuerda
floja, pero con los ojos fijos en el cielo; era el siglo XXI.
Estas empresas constantemente estaban enfrentadas a entornos
ambientales cambiantes, en un lugar de alta pluviosidad y donde se temía la
ocurrencia de un sismo semejante al que cinco décadas atrás había impactado el
territorio. Los entornos sociales estaban empobrecidos, la economía devastada
con una alta inflación, además de la existencia de prácticas corruptas que
impedían el mantenimiento efectivo de la infraestructura vial, los
equipamientos urbanos y sociales.
Consciente de esa problemática, la empresa Resiola Company decidió
dar el “salto”, hacia otra forma de verse a sí misma y a su entorno. En un intento por
reinventarse, un gerente innovador impulsa el mejoramiento del relacionamiento con sus grupos
de interés,
da forma a un negocio consciente del entorno, donde se promueve el liderazgo resiliente y en
general, gestiona el riesgo de desastres. Por el contrario, la empresa Riesgola Corporation desconectada
de la realidad que la rodea y viviendo en una falsa seguridad, considera que está blindada
y que ningún infortunio la alcanzará, pues cree que su única responsabilidad es
generar valor para
sus socios.
Riesgola Corporation representa
un negocio que se preocupa internamente de sus riesgos, pero no asume de manera
responsable los que genera en su actuar y sus procesos, no toma en cuenta los
entornos ni ambientales ni sociales. En contraste, Resiola Company
es una empresa que asume el valor compartido como un argumento empresarial a
favor de la reducción del riesgo de desastres.
Años después, ocurrió en el territorio el sismo que tanto
se temía, y precisamente, se manifestó durante una intensa temporada de
lluvias. Esto generó que el entorno sucumbiera y se develara su alta
vulnerabilidad, así como la de algunas empresas que sufrieron grandes pérdidas
con estos dos eventos.
Entre las que menos sufrieron los efectos del sismo y las
fuertes lluvias estaba Resiola Company. Esta compañía anticipadamente había realizado inversiones
sensibles al riesgo de desastres en su infraestructura física, con lo cual
redujo sus daños. Debido al conocimiento de la posibilidad de sus pérdidas,
había concertado con sus entornos procesos autónomos de desarrollo, había
concretado alianzas con terceros y su cadena de suministros estaba preparada,
con lo cual pudo reestablecer rápidamente sus operaciones. Este cambio al que se
había atrevido Resiola Company, cuando nadie quería hacerlo, sirvió para impedir que
fuera una más de las empresas que quedó “hervida” por no comprender los
entornos.
Por su parte la empresa Riesgola
Corporation, se quedó “flotando”en el candente
entorno del desastre. Nunca dio el “salto” para salir de sí misma y comprender
el entorno, fue una de las empresas que quedó “hervida” en el territorio,
perdió a sus proveedores, su cadena de suministros y tuvo que cerrar. Por el
contrario, Resiola
Company mantuvo
a sus clientes y hasta abrió nuevos mercados.
¿Conoce algún caso semejante al de estas dos compañías?
moraleja: ¡Quien no se arriesga a cambiar y dar el “salto”, estará condenado a
ser “hervido” en la limitación de su propia incertidumbre!
No hay comentarios:
Publicar un comentario