ES MEJOR PREVENIR Si piensas comprar un departamento, primero verifica si es apto para vivir en él - Radio Epicentro Blog

25 agosto, 2018

ES MEJOR PREVENIR Si piensas comprar un departamento, primero verifica si es apto para vivir en él

ES MEJOR PREVENIR   
Si piensas comprar un departamento, primero verifica si es apto para vivir en él

Para Epicentro Blog, 
Agosto 2018.
Juan Enrique Hernández Calvillo
Consultor en gestión integral de riesgos y protección Civil.

¡No!  el blog de este día, no es un anuncio publicitario de venta de departamentos. Es un encabezado que me encontré en un suplemento especial “Bienes Raíces” de un conocido diario de circulación nacional. Me llamo fuertemente la atención este encabezado porque al leerlo, pensé, que tal si cambiamos la palabra “apto”por“seguro”. Que nuevo sentido o significado, tomaría esa oración al realizar el cambio, bajo el lema utilizado por la distinguida Dra. Ana Lucia Hill, que dice “Yo soy Protección Civil”.
He decidido abordar este tema tan importante para toda la comunidad, referente a la salvación de vidas en situaciones de emergencia en lugares públicos tanto abiertos como cerrados, en edificaciones tanto verticales como horizontales.
En la actualidad se está dando un crecimiento espectacular o un boom de edificios altos de usos mixtos en algunas ciudades importantes de México, He presenciado un crecimiento exponencial de grandes construcciones de edificios altos “rascacielos” en mi ciudad Monterrey, N.L. Existe como una vorágine por construir edificios cada vez más altos; tal parece que algún premio o reconocimiento seduce, tanto al inversionista, o desarrollador como al arquitecto.
Las edificaciones de cristal y acero son colosales y fascinantes, parecen como obras maestras de la arquitectura e ingeniería moderna que retan a la física misma. Para algunos será como un símbolo de progreso, crecimiento económico y modernidad de la ciudad.
Actualmente se considera como un rascacielos a aquella construcción que tenga una elevación superior a los 120 metros. Es de esperarse que, al construirlos de esta magnitud, se cumplan con las normativas específicas y reglamentaciones vigentes de Protección Civil y Seguridad de cada ciudad, estado o país.
La proliferación de este tipo de edificaciones ha dado lugar a sitios de usos múltiples o mixtos; me refiero a la construcción y edificación de complejos de edificios con servicios comerciales, de oficina, de alimentos, de hotelería y habitacionales.
He tenido la oportunidad de conocer algunos de estos proyectos desde su concepción, participando en la elaboración de las Ingenierías de los llamados sistemas especiales. La Ingeniería de los sistemas especiales son servicios técnicos profesionales, mediante los cuales se especifican en base a normas, el tipo de equipos adecuados al uso y construcción y la infraestructura de instalación de los sistemas de alarmas, por ejemplo, sistemas de detección de incendios y evacuación, sistemas de extinción de incendios, sistemas de circuito cerrado de televisión (CCTV) y los sistemas de control de acceso, entre otros. Todo este proceso de ingeniería de detalle, se realiza con gran esmero y preocupación por cumplir con la normativa de seguridad vigente ya sea nacional o internacional. 
Lo lamentable, es que al momento de que el desarrollador o administrador de la construcción, inicia el proceso de cotización de sistemas, los criterios de seguridad con los cuales se eligieron los catálogos de productos a cotizar e instalar son reemplazados por otros de menor precio y calidad, lo cual beneficia económicamente en gran manera al inversionista, pero perjudica al futuro usuario o habitante del edificio. Por desgracia, de esto nadie se entera hasta que se presenta una emergencia y los sistemas no brindan la protección esperada.
Desde la perspectiva de los códigos y normas de seguridad, se necesitan opciones y soluciones flexibles para cumplir con las diferentes necesidades. Además, es insuficiente para que con pocas normas, el proveer opciones y protección o características de notificación si los códigos de referencia, autoridades competentes y diseñadores fallan en especificar las metas requeridas del sistema y su configuración. 
Retomo una de las cinco metas establecidas en Plan Nacional de
Desarrollo 2013-2018, que está por concluir, la cual dice así, “Que la meta México en Paz tiene como objetivo, entre otros, salvaguardar a la población, a sus bienes y a su entorno ante desastres de origen natural o humano, a través de la implementación de una política estratégica de prevención y gestión eficaz de las emergencias derivadas de dichos desastres, para lo cual resulta indispensable recurrir a soluciones de innovación científica, eficacia tecnológica, organización y capacidad para enfrentar los retos presentes y futuros en este ámbito”.
En México, la proliferación de edificios de gran altura inició a mediados del siglo XX. En su capital, la Ciudad de México, el edificio de la Lotería Nacional, se dice, fue el primero de esta clase al ser construido en los años 30. Luego fue la Torre Latinoamericana en los años 50 y entre los años 60 y 80 se construyó lo que hoy es el World Trade Center (antes Hotel de México).
En los últimos años se ha dado un gran crecimiento de este tipo de edificaciones en las ciudades de Guadalajara, Puebla y Monterrey. 
Ante este crecimiento de edificaciones de usos mixtos, es irresistible la tentación de visitarlos como exploradores, ya sea con los amigos o la familia. Estando dentro de ellos, uno se queda maravillado ante los detalles y acabados.
Es innegable que después de algunos minutos de haber ingresado a ellos, resulte imposible resistirse a la tentación de observar los detalles de seguridad, lo cual es inherente a nuestra profesión.
Si estas acompañado de algún colega o amigo, surgen infinidad de preguntas que buscan respuestas, como si fueras todo un experto. ¿Estará preparada la infraestructura de drenaje de la ciudad para la descarga sanitaria de los futuros habitantes y usuarios de estos edificios? ¿Estará considerado el impacto que causara a los habitantes de la ciudad, la saturación vehicular adicional en las calles, avenidas o vialidades que se creará con la llegada de visitantes, clientes o nuevos vecinos, cuando inicie operaciones el edificio? ¿Qué pasará si en una emergencia se requiere de la presencia de bomberos o una ambulancia médica? ¿Cómo habrán planeado el sistema de detección, alarmas y extinción de incendios para todo el edificio? ¿Tendrán un sistema efectivo de alarmas de emergencia en todos los pisos? ¿Tendrán bien señalizadas las rutas de evacuación? ¿Bastarán las escaleras de emergencia para evacuar a todas las personas? ¿Cómo habrán elaborado el plan de evacuación para los habitantes del edificio en caso de emergencia? ¿Tendrán su programa interno de protección civil? En efecto, un mundo de preguntas. 
Sin embargo, de todos estos cuestionamientos, el que más resulta importante, en mi opinión, es: ¿cómo pueden ser notificados de manera efectiva los ocupantes de un edificio sobre un incidente o una emergencia y cómo serían auxiliados y evacuados? 
¿Qué hay en caso de una amenaza de bomba? ¿Quién coordinaría el plan de emergencia o manejo de crisis, según el cual deberán actuar o comportarse los ocupantes del edificio? ¿O en caso de que un camión que transporta químicos, como cloro o, más grave aún, “isocianato de metilo” se vuelque y/o derrame por cualquier causa, su contenido cerca o frente al edificio? ¿Adónde serían evacuadas y cómo podrían verse afectadas cientos o miles de personas en el interior de los edificios, sobre las calles y/o áreas abiertas? ¿O en caso de un tornado que se aproxima? ¿O de una lluvia torrencial que provocara riesgos de inundación? ¿O de un asalto a uno de los negocios, intento de secuestro o tiroteoy disparos de arma de fuego, etc.?
Como profesional de la gestión de riesgos y protección civil, debemos entender que, para cada riesgo, hay una respuesta, reacción o plan determinado. Las preguntas claves de este plan o respuesta son: a quién avisar, cuándo avisar y cómo avisar.
Un análisis de gestión de riesgos y programa interno de Protección Civil debe contemplar todos estos protocolos para cumplir con el máximo objetivo, a saber, salvar vidas. La pérdida de tan solo una vida deja en evidencia la falla de todo el programa. Es por eso que los planes de evacuación y rescate deben ser elaborados por profesionales capacitados con amplia experiencia, los cuales deben realizar un análisis profundo de todos los posibles escenarios de riesgo para lograr este objetivo. 
El plan deberá aprovechar todos los recursos con los que se cuente en el edificio en situación de emergencia para realizar la notificación de emergencia. Esto se refiere al empleo de recursos humanos y/o recursos tecnológicos para notificar emergencias, ya sea bien con sonidos de alerta, bien con mensajes pregrabados o en vivo, emitidos desde un centro de comando de incidentes. 
Así pues, las tareas y retos importantes a enfrentar son tres. Primero, ¿cómo se les puede notificar y convencer a los ocupantes de un edificio de gran altura residencial de mantenerse en sus apartamentos durante un incendio hasta ser auxiliados o rescatados? Segundo, ¿cómo pueden ser notificados con nuevos mensajes o instrucciones para brindarles tranquilidad? Tercero, ¿cómo se puede asegurar que estos sistemas sean efectivos y continúen operando durante la contingencia o emergencia? 
Estos son algunos de los grandes retos a enfrentar en el corto plazo. Nuestras autoridades de Protección Civil deberán establecer los lineamientos o reglamentos bajo los cuales se deben elaborar los planes de emergencia, manejo de crisis para edificios altos y de usos mixtos, que sea un estándar obligatorio para todo el país, en el que se incluyan tanto los sistemas de señalamiento y notificación de emergencias como los sistemas de detección y extinción de incendios.
Ante estos escenarios, surge la imperante necesidad de contar con mecanismos de respuesta oportuna y coordinada que minimice el impacto negativo en la comunidad. Estar preparados para llevar a cabo actividades planeadas con anticipación, nos permitirá optimizar los recursos disponibles y controlar, lo antes posible, la situación de emergencia, evitando asi que la magnitud de la emergencia crezca. Es entonces cuando deben aplicarse acciones de respuesta organizada y coordinadas por la instancia responsable y capaz de acuerdo al tipo de incidente que se está enfrentando. 
 Los fabricantes de sistemas de alarmas de incendios se han enfocado en sistemas audiovisuales y, más recientemente, en sistemas con publicación de mensajes de audio. Dependiendo del tipo de incidente y del tipo de peligro, hay muchas posibilidades para la comunicación efectiva, incluyendo sistemas de telefonía con voceo general y despliegues de información por diversos medios multimedia, ¿nos encaminara esto hacia la eficacia tecnológica de la Meta antes mencionada?
Dados los riesgos de seguridad actuales y las potenciales amenazas de violencia, la mayoría de edificios y plazas comerciales o complejos de edificios mixtos, necesitan fortalecer sus planes de emergencia, manejo de crisis, sus sistemas de comunicación de seguridad y notificación de emergencias y que nuestras autoridades asuman su responsabilidad de implementación de políticas estratégicas de prevención y gestión eficaz de las emergencias. 
Concluyo con una atinada reflexión de mi estimado Octavio Albores en Epicentro Blog del miércoles 22 de agosto del 2018, la cual dice asi: “Seguramente tenemos buenos niveles de reacción para atender emergencias, ahora trabajemos por tener un buen nivel de prevención ya que la “PREVENCION NO ES PREPARARNOS PARA LA REACCION”

Hasta la próxima y gracias por su retroalimentación.

Saludos.

Para Epicentro Blog, 
Agosto 2018.
Juan Enrique Hernández Calvillo
Consultor en gestión integral de riesgos y protección Civil.
Director general de Sistemas NISSI, S.A. de C.V.
Una empresa integradora de sistemas de seguridad electrónica y consultoria de administración de riesgos
enrique@nissi.mx  Movil/WA: +52 1 81 8254-2523

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