* Por Raymundo Padilla Lozoya
Pero ¿qué es La
Canícula? ¿de dónde proviene?
El origen de
la palabra Canícula se difumina en el tiempo, pero la primera representación, que
ha perdurado en la historia de la ciencia, proviene del cosmos.
En la
Colección de Mapas Históricos David Rumsey, se encuentra disponible para
consulta una edición del primer Atlas de
las Estrellas, que fue realizado por el cardenal italiano Alessandro
Piccolomini en el año de 1540. Fue elaborado en 6 libros, cuatro de los cuales fueron
ampliados, revisados y actualizados con gráficos y tablas de las estrellas.
Piccolomini elaboró
ese primer atlas estelar como una guía para reconocer las estrellas en el cielo
nocturno, comprender las cartas de las constelaciones sin incluir las figuras
mitológicas, para mejorar la precisión y colocación técnica de las estrellas,
divididas en cuatro tamaños y nombradas con símbolos occidentales en
progresión, empezando por la estrella más brillante.
En su atlas,
Piccolomini indicó las magnitudes estelares, la dirección del polo ecuatorial y
la dirección de la rotación diaria de la esfera celeste, que aún está en uso en
la actualidad.
El trabajo resultó muy
popular y tuvo doce ediciones en italiano y en latín en el siglo XVI. La
siguiente imagen, de la edición realizada en 1566, muestra con precisión la
ubicación de las estrellas que corresponden a la Canícula.(1)Fuente: Piccolomini, 1566: 38-39. |
En la página 38 (a la izquierda) la
estrella Sirio, también llamada Cane Maggiore, Perro Mayor o Perro de Orión, luce
blanca y de mayor tamaño, aparece sobre la estrella Sirio B o el Cachorro. Y en
la página 39, con un enfoque más cercano, Sirius aparece distante del Cachorro,
ubicada en la parte superior derecha; en esa posición ambas indican el tiempo
de la Canícula.
La estrella Sirio, hasta nuestros
días, es referida con múltiples denominaciones, pero misteriosamente en
distintas sociedades europeas, asiáticas y americanas estuvo relacionada con
perro, lobo y coyote. Y ha recibido connotaciones antagónicas positivas y
malvadas para cada sociedad.
En particular, en México, la
Canícula es reconocida principalmente por los adultos mayores como un período
temido por la escasez de lluvia, incremento de calor y la amenaza que
representa para las siembras que pueden perderse si demoran las lluvias.
De acuerdo con el CENAPRED (Centro
Nacional de Prevención de Desastres) “la Canícula es un fenómeno climático que
se presenta durante la última quincena de julio y dura 40 días aproximadamente
en México […] Se caracteriza por ser un periodo de aumento de la temperatura debido
a un calentamiento excesivo del aire, cielos despejados y baja precipitación” (2)
El CENAPRED también
menciona que “su nombre [canícula]
se le atribuye a la constelación Can Mayor o
Canícula para los romanos, ya que anteriormente se pensaba que el calor
del sol se juntaba con la estrella Sirius (estrella con el mayor brillo), que
se posicionaba del lado opuesto al astro en verano, lo cual producía aumento en
la temperatura”(3). Sin embargo esa es información de
dudosa procedencia porque carece de fuente histórica.Fuente: CENAPRED.
Según CENAPRED las entidades más afectadas por la canícula son Veracruz,
Tabasco, Tamaulipas, Nuevo León, San Luis Potosí, Colima, Michoacán, Guerrero,
Oaxaca y Chiapas.
Los NO afectados son Ciudad de México, Zacatecas, Aguascalientes,
Coahuila y Querétaro.
Y los menos afectados son Baja California, Baja California Sur,
Chihuahua, Durango, Nayarit, Sonora y Sinaloa (4).
Sin embargo esta información debe
actualizarse anualmente, porque algunos estados muestran más afectación severa
que otros.
La Canícula, como otros fenómenos
climáticos, representa una amenaza solamente donde no se cuenta con las
adecuadas acciones preventivas y preparativas. Y es sorprendente que aunque fue
identificada desde la antigüedad, aún amenaza amplios sectores productivos e
incluso es potencialmente destructiva. Evidentemente no es un fenómeno propio
del “efecto invernadero” o que surgió en el denominado “antropoceno”, se trata
de una manifestación natural muy antigua que no debe tomar por sorpresa a nadie
en nuestro tiempo y para enfrentarla deben plantearse las estrategias más
eficientes.
Ojalá que en el siguiente sexenio
la Canícula ya no sea una amenaza para el desarrollo para los índices de producción
agrícola. Ese sería un cambio notable.
Fuente:
(1) Piccolomini, Alessandro 1566 La sfera del mondo, Giouanni Varisco
& Compagni, Venecia. En: https://www.davidrumsey.com
(3) Idem.
(4) Idem.
No hay comentarios:
Publicar un comentario