“Durante
2016 se fortaleció la difusión de la cultura de protección civil, lo que se
reflejó en la respuesta de la población ante los fenómenos naturales y
antropogénicos registrados este año”, Luis Felipe Puente Espinosa, Coordinador Nacional de
Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (Diciembre 13, 2016).
¿Es
esto percepción individual o una realidad colectiva? Desde mi enfoque
respondería que las conductas observadas a nivel nacional en todas las esferas
de la vida cotidiana, tanto política como ciudadana, casi un año después con
los sismos de septiembre, así como en los actos y hechos que se presentaron en
el transcurso de los últimos dos años, por acotar dicho enfoque a un período de
tiempo, se refiere a lo primero, a una percepción individual que es el gran
problema que aqueja a todos los políticos y servidores públicos, una vez que
llegan al poder o puesto, se envuelven en una esfera que solo les permite ver
lo que sucede dentro de ella.
La Ley
General de Protección Civil en su artículo 41 establece que: “Las autoridades federales, de
las entidades federativas, del Distrito Federal, municipales y delegacionales,
fomentarán la cultura en materia de protección civil entre la población,
mediante su participación individual y colectiva. Las autoridades en la
materia, establecerán mecanismos idóneos para que la sociedad participe en la
planeación y supervisión de la protección civil, en los términos de esta Ley,
su Reglamento y los demás ordenamientos aplicables. La población vulnerable y
expuesta a un peligro, tiene derecho a estar informada de ello y a contar con
las vías adecuadas de opinión y participación en la gestión del riesgo”.
Además,
el artículo 43 de la misma norma nos dice que: “A fin de fomentar dicha cultura,
las autoridades correspondientes dentro de sus respectivos ámbitos de
competencia, deberán: IV. Impulsar programas dirigidos a la población en
general que le permita conocer de forma clara mecanismos de prevención y
autoprotección; V. Elaborar, estructurar y promocionar campañas de difusión
sobre temas de su competencia relacionados con la protección civil, y VI.
Promover la celebración de convenios con los sectores público, social, privado
y académico con el objeto de difundir la cultura de protección civil”.
Para
poder determinar si ésta instrucción se cumple deberemos de tomar en cuenta lo
que dicen los expertos en tendencias de internet y redes sociales en México,
particularmente en penetración de las tecnologías de información y comunicación
(TICs).
México
tiene una población de poco más de 127 millones de habitantes y, de acuerdo al
INEGI en su documento “Estadísticas a propósito del día mundial del internet”
publicado el 15 de mayo del presente año, al cierre de 2016 casi el 60% de la
población mayor de seis años se declaró usuaria de internet pero solo el 47% de
los hogares cuenta con conexión a éste servicio que vale decir, es hoy en día, el
medio de comunicación principal para obtener información general y para el consumo
de contenidos audiovisuales. Por otro lado, alrededor del 74% de la población
de seis años o más, tres de cada cuatro usuarios, cuentan con un teléfono
inteligente; un promedio del 80% de la población usuaria se encuentra entre los
12 a los 34 años de edad y casi un 90% de éstos tienen un nivel de escolaridad
media a superior.
Siguiendo
con el documento del INEGI, también es importante conocer que entre el 76% y el
89% de los usuarios utilizan el internet para comunicarse, obtener información,
acceder a contenidos audiovisuales, entretenimiento y acceso a redes sociales, en
ese orden de prioridad; además que el 96% de éstos usuarios lo usa de uno a
siete días por semana y que solo el 22% lo utiliza para interactuar con el
Gobierno.
Continuando
con la declaración del Coordinador Nacional de Protección Civil de la
Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente Espinosa: “México es un país con
condiciones de alta actividad volcánica y sísmica y condiciones geográficas y
climatológicas diversas, por lo que la población mexicana puede estar expuesta
a una situación vulnerable. Por ello, añadió, es fundamental seguir
trabajando en la promoción y difusión de la cultura de protección civil,
enfocándola a las diferentes necesidades de cada una de las regiones del país”,
sin embargo las acciones hasta hoy realizadas no son coherentes si consideramos
que Oaxaca, entidad que por su alta vulnerabilidad socio-económica resultó
gravemente afectada por el sismo del pasado 7 de septiembre solo alrededor del
52% de la población es usuaria de un celular (aproximadamente el 35% de la
población) debido a que para las personas les resulta gravoso disponer de ese
servicio.
Cabe
subrayar que el estudio del INEGI al que hacemos referencia, es resultado de
las encuestas aplicadas en 49 ciudades del país, es decir, las ciudades mayores
de cada entidad incluyendo sus capitales que son las que concentran a la mayor
cantidad de población; no habla de comunidades rurales que siempre son las
mayormente afectadas por ser físicamente vulnerables. Además, las zonas de
mayor vulnerabilidad a fenómenos naturales es la de menos penetración, el sur
del país solo tiene el 13%, el oeste el 13% y el este el 10%, es decir, en las
regiones de mayor probabilidad de un suceso desastroso, solo el 36% de la
población se encuentra conectada a la internet.
Ahora
bien, aunque las redes sociales han dado pauta a la proliferación de memes, mensajes
y narrativas negativas o muy distintas a la verdad, hablaremos mejor, a
continuación, de los aspectos positivos, ya que en los últimos años, en México las
redes sociales se han consolidado como canales de comunicación interpersonal y
comercial con un alto valor e impacto, por lo que no se concibe, desde el
enfoque de marketing moderno, ninguna estrategia de comunicación o difusión que
no incluya la presencia de redes sociales, y ello, no se trata de “tirar palos
a ciegas” en todas éstas, sino tener presencia en aquellas que se adapten mejor
al nicho de población potencialmente objetivo.
En ese
sentido y aunque resulte obvio, una estrategia eficiente de difusión debe de
considerar invariablemente como uno de sus elementos principales al público
objetivo, que es el grupo compuesto por los prospectos actuales y potenciales a
que va dirigido un producto, servicio o mensaje, entonces, la primera y más
importante función del responsable es la identificación de potenciales prospectos.
El otro aspecto relevante es el alcance efectivo, que se refiere al número
total de personas a las que se les hace llegar el mensaje y que debe concluir para
mejora de la propia estrategia, con un proceso de retroalimentación donde se
analiza el nivel de conciencia que el público objetivo ha alcanzado sobre el
mensaje emitido.
En
cuanto a las redes sociales en México, aunque los usuarios somos multiplataforma,
según estudios de los expertos, Facebook es y seguirá siendo la red favorita ya
que en 2016 cerro con casi el 99% de los usuarios, seguido de Instagram con el
25% y Twitter con el 23%, El motivo por el cual Facebook alcanza dicho
liderazgo, es el lanzamiento de “Facebook Live” ya que en todas las
publicaciones con video se duplica su visualización y comentarios y la
tendencia marca que esta variable irá en aumento.
En
referencia a la cultura de protección civil de los últimos años, el Coordinador
Nacional de Protección Civil, dijo en su mismo mensaje de diciembre del 2016: “… a
30 años de los sismos de 1985, los mexicanos estamos mejor preparados y con una
mayor capacidad de respuesta ante cualquier contingencia”; pregunto: ¿pudimos
observar éste resultado en la reacción inmediata de las autoridades y las
conductas de la población los pasados sismos de septiembre? que desde mi punto
de vista personal ha sido la prueba de fuego para nuestras autoridades, usted
lector tendrá su propia respuesta.
A
estas alturas del presente artículo, podemos reconocer que la estrategia de difusión
en materia de protección civil no tiene sentido lógico, la difusión se realiza
a través de infogramas vía Twitter, la red social que ocupa en tercer lugar en
penetración con solo el 23% de los usuarios de los cuales, el 74% se encuentra
en la mayoría de edad. El motivo del poco crecimiento de ésta red social en
México se estima, es debido a que fue invadida por la clase política y por lo
corto de los mensajes; entonces ahí la clave.
Si el
Twitter es utilizado en general por la clase política y empresarial de México,
¿Tuitear personalmente y de forma regular todos los días con uno o varios
mensajes sin bajar el ritmo, exhibiendo el nombre personal con fotografía no es
posicionamiento? ¿Acaso no es el público objetivo al que deseo llegar? Twitter
tiene una ventaja sobre las otras redes, primero ingresando te fijas en la vida
política del país, no te puedes enrolar ya que no todo el mundo es capaz de
sintetizar, el mensaje es directo y fresco, por lo breve e inmediato.
Lo
anterior lo comento porque en éstos cinco años, no he podido percibir una
campaña de difusión de protección civil federal que emerja de una cuenta con
nombre de usuario y logotipo institucional, entonces me pregunto ¿Cuál es el
objetivo fijado en esta estrategia de difusión? ¿Habrá evaluación de los resultados
tangibles? Y en resumen, a esta estrategia de difusión con alto contenido
político, silenciosa y permanente de posicionamiento personal, simulada de
culturización que no alcanza propósitos de beneficio social yo le llamo, la “Estrategia
del Gansito”, por aquello del “recuerdame”.
Pues
bueno, te lo dejo de tarea estimado lector, nos leemos en la próxima.
Excelente análisis, felicitaciones Mariano Katase
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