¿No sería mejor que el
Servicio Militar creara Brigadistas?
La Ley del Servicio Militar,
establece:
ARTICULO 1º.- De acuerdo con
lo dispuesto en el artículo 5º de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, se declara obligatorio y de orden público el servicio de las
armas para todos los mexicanos por nacimiento o naturalización, quienes lo
prestarán en el Ejército o en la Armada, como soldados, clases u oficiales, de
acuerdo con sus capacidades y aptitudes.
ARTICULO 5º.- El servicio de
las armas se prestará:
·
Por un año en el Ejército activo, quienes
tengan 18 años de edad.
·
Hasta los 30 años, en la 1a. Reserva.
·
Hasta los 40 años, en la 2a. Reserva.
·
Hasta los 45 años, en la Guardia Nacional.
·
Las clases y oficiales servirán en la 1a.
Reserva hasta los 33 y 36 años respectivamente y hasta los 45 y 50 en la 2a.
Reserva.
Una
vez sabiendo esto, y haciendo un evaluación histórica, desde 1942 nuestro país
no ha sufrido la necesidad de enfrentar una Guerra Convencional; sin embargo
hay evidencia de que las Fuerzas Armadas Mexicanas han apoyado siempre a la
población civil en casos y zonas de desastre.
Aunado
a lo anterior, si consideramos el vacío consecuente de la desintegración del
tejido social, la necesidad de fomentar valores en las nuevas generaciones, así
como la cohesión social y colaboración solidaria, se podría proponer una nueva
reglamentación para llenar huecos que han quedado presentes en el desarrollo de
nuestro país….
La
ubicación geográfica de México, las condiciones meteorológicas y climáticas, e
inclusive la población misma, exponen al territorio nacional a la mayoría de
los agentes perturbadores, aun cuando muchos no lo acepten ni lo quieran
entender.
Habiendo
hecho estas tres consideraciones, es posible pensar en que el Servicio Militar
se preste de manera obligatoria por un periodo de 12 a 18 meses, por todos los
jóvenes de 20 años, ambos géneros, pero con objetivos definidos tendientes a fortalecer los valores cívicos, fomentar la
solidaridad y el altruismo y, por último, pero no menos importante, generar una
parte importante de la Gestión Integral de Riesgos….
Seguramente
preguntaremos cómo hacerlo, y no es tarea fácil, pero tengo la certeza de que
los resultados serían totalmente favorables.
En
primer lugar, sin sorteos de bola blanca o negra; todos tendrían que
realizarlo, y sujetarse a la disciplina militar, no sólo para aprender técnicas
y tácticas de la milicia, o cuestiones castrenses, sino que en esa instrucción
se les prepare, además con un oficio, y sobre todo, en Gestión de Riesgos; que
incluya desde la elaboración de un Plan Familiar de Protección Civil, hasta
métodos de prevención para caso de todos los fenómenos perturbadores
principalmente; además de tópicos de Salud Pública, Administración de
Emergencias, Refugios Temporales, etc., entre otros temas de respuesta a desastres.
Se
trata de que la educación y fortalecimiento de la cultura de la Gestión de
Riesgos se aprenda de manera seria, y con fundamentos que también sirvan a los
jóvenes para su desarrollo como ciudadanos, que se fomenten y cimenten los
valores cívicos de los que adolece nuestra sociedad y, principalmente, nuestros
funcionarios hoy en día.
No
se trata de militarizar, como sostienen estúpidamente quienes con su estulticia
se quejan de todo, si no de formar con dos vertientes: la de la seriedad que
implica el arte castrense y la de la universalidad que exige la Gestión de
Riesgos.
Pensemos
que al concluir esta preparación, los Conscriptos, no sólo hayan contribuido a
la noble tarea de alfabetizar, o fomentar el deporte, sino que también hayan
aprendido un oficio, que hayan comprendido el valor del espíritu de cuerpo, que
sientan y amen a la patria, y sepan, no sólo como defenderla, sino cómo prepararla
ante los impactos de los fenómenos perturbadores a los que está expuesto
nuestro país. Y que también puedan tener alternativas laborales.
Considero
firmemente que tomar con seriedad esta idea, puede contribuir muchísimo a ser
una país resiliente y congruente más allá del discurso, más allá de la
política, más allá de eventos vanos para la foto.
Evidentemente
se tendría que realizar un estudio legislativo profundo, pues si lo queremos
hacer bien y exitoso, se involucrarían muchas leyes para dar fortaleza a un
cambio de esta magnitud.
Sería
fabuloso que todos contribuyéramos a este cambio.
César
O. Flores Sánchez.
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