EL RIESGO POLÍTICO DE NO GESTIONAR EL RIESGO - Radio Epicentro Blog

21 abril, 2023

EL RIESGO POLÍTICO DE NO GESTIONAR EL RIESGO

 

EL RIESGO POLÍTICO DE NO GESTIONAR EL RIESGO

Foto: Gobierno del Estado de Querétaro

Después de los sismos de septiembre de 1985, el presidente de la República tardó 36 horas en salir a dar un mensaje a la nación, con una actitud relajada y que todo estaba bajo control, lo que respaldaba su gabinete. Sin embargo, como país, nos enfrentamos a uno de los mayores desastres en la historia de México, en el cual la sociedad tuvo una muy significativa participación para la recuperación.


Las consecuencias de no estar preparados, de la sorpresa ante la magnitud de los sucesos, inclusive de minimizar el desastre fue uno de los graves problemas para la sucesión presidencial tres años después.  Hay quienes opinan que, en ese momento, gran parte de la ciudadanía perdió la confianza en el gobierno y cobró ese hecho en las urnas en 1988 (antes de que “se cayera el sistema”).


Otro ejemplo de no estar preparados (ni gobierno, ni sociedad), es el impacto del huracán Janet en Chetumal, en septiembre de 1955, y la consecuente etapa de reconstrucción; si bien, el gobernador era nombrado por el Ejecutivo Federal (pues Quintana Roo era Territorio Federal en esa época), “la ausencia de medidas gubernamentales que garantizaran refugio seguro a los sobrevivientes, mientras se concretaban los planes de construcción de la ciudad hacia el interior del Territorio, parece haber actuado en contra de la reubicación”.

Fuente: Historia y Memoria de los huracanes y

otros episodios hidrometeorológicos extremos en México.

García Acosta y Padilla Lozoya

2021.

 

De acuerdo con el Dr. Baró Suárez, uno de los factores subyacentes constructores de los escenarios de riesgo, es la vulnerabilidad institucional, misma que no sólo es notoria en dependencias responsables de Protección Civil, si no en el cumplimiento de los procesos que integran la Gestión del Riesgo de Desastre. La ausencia de voluntad política, puede ser más peligrosa que el impacto mismo de un fenómeno perturbador. Esto se ha vivido en la historia reciente del país de manera recurrente, reincidiendo en no tomar acciones para prevenir, preparar, mitigar, responder, rehabilitar, reconstruir, restaurar… Precisamente como pasó en Chetumal después de Janet, que al no proporcionar refugio seguro post huracán, se comenzó a reconstruir en la misma zona donde ocurrió el desastre, reconstruyendo el riesgo.

 

Si bien es cierto que la situación de la seguridad pública en el país es bastante cuestionable, los tomadores de decisiones prefieren invertir en equipo y recursos policiales, dejando de lado la cobertura, ya no sólo de prevención, sino de respuesta ante emergencias o desastres, luego entonces, no se contempla la transversalidad de la Gestión del Riesgo de Desastre, ni se considera la seguridad integral.

 

El impacto de un fenómeno perturbador afecta irremediablemente el desarrollo de la región, o al país, con los daños a la infraestructura pública, a vías generales de comunicación, sistemas de producción y cadena de suministros, servicios básicos y vitales, así como a instalaciones estratégicas. Porque la reconstrucción (más ahora sin Fonden) tomará recursos presupuestarios ordinarios que son escasos, dejando de lado el Plan Nacional de Desarrollo. El no proteger estos rubros, será cuestionado cuando exista un impacto; como normalmente pasa, y lamentablemente hay muchos ejemplos que pudiéramos citar como la Guardería ABC, en 2009, las inundaciones de Tabasco en 2019, o la propia Pandemia de COVID-19.

 

Según la ley, el responsable de la protección de la población, no es el titular nacional, estatal o municipal de Protección Civil, es el Presidente Municipal, el Gobernador o el Presidente de la República.

 

Cuando sucede un evento, en cualquier parte del país, el argumento del damnificado siempre empieza con “es que el gobierno…”, y es precisamente ahí donde el tomador de decisiones debe trabajar, fomentando la participación ciudadana, así como de los diversos sectores de la sociedad civil para hacer gobernanza. Con patrullas y sirenas no se va detener un huracán; con despensas no se va detener la lava en el caso de una erupción; con cantantes o “artistas internacionales” no se van a evitar accidentes ni se va impedir que suceda un temblor.

 

Nunca, jamás en una campaña política he escuchado a un candidato hablar sobre Gestión del Riesgo de Desastres y Protección Civil, y entiendo que no precisamente deben saber, pero sí por lo menos saber a qué amenazas se enfrenta el territorio que quieren gobernar, o el que quieren representar ante los congresos, en el caso de los legisladores: Por ello insisto en que antes de tomar posesión de su cargo, lo Presidentes Municipales de los de 2,471 municipios de los 31 estados de la República y los 16 alcaldes, en el caso de la CDMX, los 31 gobernadores y el Jefe de Gobierno, respectivamente, así como los legisladores federales y locales, ingresen a un curso de inducción sobre Gestión del Riesgo de Desastre y del impacto de la protección civil en el país. De esta manera, sabrían la importancia que reviste la protección de sus gobernados, y no relegarían tan importante tema; entenderían que las labores y medidas de prevención deben ser proactivas, no, después de que sucede alguna contingencia.

 

Siempre saldrá mucho más barato invertir en temas de Gestión del Riesgo de Desastre como prevención, preparación mitigación, capacitación, equipos de respuesta y contención, aunque no se vean, que en temas de reconstrucción, restauración, o apoyos a familias que perdieron seres queridos. De acuerdo a la UNDRR, por cada dólar invertido en prevención se puede ahorrar hasta 15 dólares en la recuperación después de un desastre, dependiendo del tipo de fenómeno que impacte y la vulnerabilidad del territorio. La foto vadeando una inundación, o visitando víctimas en el hospital denota falta de previsión de la persona al mando, y el mando es el gobierno…

 

Como nota al canto, el inicio de la Independencia Nacional se da en una coyuntura en la que el territorio había pasado por una sequía de 7 años, de ahí que de lo primero que atacaran fuera la Alhóndiga de Granaditas, ¡Ahí estaba el grano, el alimento! 

Y fuente ovejuna, no cambia.

 

Dr. César Orlando Flores Sánchez.

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