DÍA DEL
BOMBERO
El 22 de agosto de 1873 se creó el
primer Cuerpo de Bomberos en el Puerto de Veracruz; y en 1951 se le otorga el
carácter de «Heroico Cuerpo de Bomberos» por decreto presidencial.
Su entrega, su decisión, su valor
jamás se pone en duda, y más aún cuando de salvar vidas se trata. Muchas veces,
sin el apoyo real de los gobiernos locales, estatales o el mismo gobierno
federal, acuden a prestar auxilio a pesar de las condiciones en las que se
encuentren.
Sin embargo, los conceptos de Honor y
Lealtad a su Corporación los hacen héroes siempre dispuestos a prestar auxilio
bajo cualquier circunstancia, sin importar las circunstancias en las que se
tenga que trabajar; es decir, lluvia, sol, nieve, grandes encharcamientos,
inundaciones, de madrugada o a plena luz del día, en los bosques, en las
ciudades, casas, edificios, pastizales, vehículos.
Siempre es un orgullo compartir con
ellos, hombres y mujeres, escuchar sus experiencias y sus lecciones aprendidas,
pero, sobre todo, contar con la disposición infinita de ayuda y colaboración en
un sin número de situaciones, tanto en acciones preventivas como en las de
respuesta.
La mejor manera de rendirles
homenaje, por demás merecido, es consolidando el apoyo real, serio, irrestricto
a sus Corporaciones, legislando su servicio, y la seguridad social a la que
tienen derecho; estableciendo su servicio civil de carrera, su
profesionalización, tanto en el ámbito local como en el estatal, para que
retribuyamos su ayuda desinteresada con los derechos que les corresponden.
Debemos sumarnos y hacer un frente
común para lograr que las iniciativas presentadas ante los legisladores, no solamente
sean recibidas, sino tomadas en cuenta para mejorar su formación,
adiestramiento, equipamiento, haberes, y seguridad… Que haya respaldo
gubernamental en los tres órdenes de gobierno y que, atendiendo a la
Constitución Política de la nación, cada municipio sea capaz de cumplir
netamente con la responsabilidad de brindar la certeza de seguridad, en el más
amplio sentido del concepto, contando con un Cuerpo de Bomberos digno,
preparado, listo para dar respuesta a las emergencias de la población.
Sirvan estas líneas, como un
pequeñísimo homenaje a todos los Cuerpos de Bomberos de México, que todos los
días estén repletos de parabienes y cuidado. Y tiendo humildemente mi mano como
compromiso para que, desde mi trinchera, hacer lo posible para mejorar las
condiciones de su Corporación, que haya dignidad en sus centros de trabajo, en
sus vehículos, en su equipo, y en su trato. México se los debe.
Mi reconocimiento eterno a ustedes.
En otro orden de ideas, el Cambio de
la titularidad en la Coordinación Nacional de Protección Civil representa un
reto mayor para la Gestión del Riesgo de Desastre. Volver a enseñar, esperar a
que vuelvan a aprender, y la incertidumbre de si quedarán los cuadros ya
armados que, a pesar de las circunstancias, han realizado un trabajo
excepcional en el CENAPRED, en la DGPC, y en DGVIN, representa un alto en el
desarrollo de las actividades que encaminan a la Reducción del Riesgo de
Desastres.
Sin mencionar la estulticia que
representa la desaparición del FONDEN, y la carencia de compromiso por querer
evitarlo, los cambios en la CNPC ralentizarán la migración, también, del
SINAPROC al SINAGIRD. Volver a hacer entender la importancia tan relevante que
tiene para el desarrollo nacional, y que haya una comunicación real y sensata
entre el tomador de decisiones y la Coordinadora, será un gran reto que no
puede retrasarse, menos aún con dos problemas graves que vive el país: la
pandemia por COVID19 y la temporada de Ciclones Tropicales.
Es momento en que los políticos
entiendan que el manejo de la Gestión del Riesgo de Desastre no debe recaer en
gente sin experiencia, sin conocimiento y sin sentido de patriotismo. Lo comparo
como si se nombra a un contador como Secretario de la Defensa Nacional o a un
médico como Secretario de Marina, o quizá como si se nombrara a un Agrónomo
como Director de PEMEX.
Estos ejemplos tan absurdos es la
realidad que ha tenido la Coordinación Nacional de Protección Civil en los
últimos tiempos.
No se debe politizar ni la seguridad,
ni la Gestión del Riesgo de Desastre.
Mtro. César Orlando Flores Sánchez.
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