RESPETAR LA NATURALEZA ES FUNDAMENTAL PARA LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRE

RESPETAR LA NATURALEZA ES FUNDAMENTAL PARA LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRE

El avance tecnológico, más que una herramienta para el desarrollo, ha creado una dependencia de gran parte de la humanidad. En una ciudad promedio, es muy difícil, salvo la población infantil, que alguien no cuente con teléfono celular; que no es solamente un aparato de comunicación, sino que son técnicamente computadoras portátiles con conectividad a la red mundial del internet, mediante aplicaciones y redes sociales que más que unir, segregan al ser humano.

Esta dependencia, ha tenido un costo muy alto, tanto para la humanidad como para la Naturaleza, lo que ha generado entre otras muchas cosas el Cambio Climático, y la humanidad pagará muy caro el tener al planeta como escenario y no como actor en esta obra de la vida.

Es fundamental establecer que, para la Gestión del Riesgo de Desastre, se requiere una visión más naturalista que humanista, esto es, que se privilegie primero el Derecho de la Naturaleza antes que el Derecho del Hombre. Así también considerar el entendimiento de la cosmovisión de los pueblos, de las diferentes etnias y culturas, para poder involucrar acciones de preparación, prevención, mitigación, conocimiento y entendimiento del riesgo, desde una perspectiva más holística.

Esto permitirá, de manera local, que se consideren los efectos de los fenómenos naturales para los asentamientos humanos y con ello la preservación de su cultura. Sin embargo, también es absolutamente necesario que la parte gubernamental participe dentro de los esquemas de gobernanza y promueva la gestión de los riesgos de acuerdo a la visión de cada pueblo, entendido éste como el conjunto de personas con las mismas creencias, tradiciones, cultura.

Entender la Naturaleza, nos permite ser conscientes del impacto del Medio Ambiente, cuya modificación siempre representa un aumento en la vulnerabilidad; podemos encontrar muchos ejemplos, como los asentamientos humanos en barrancas y cursos de agua o la gran cantidad de basura que indiscriminadamente cae por las alcantarillas; la tala y deforestación de bosques, selvas y manglares, entre otros muchos más.

El desarrollo y el progreso deben ser en comunión con el respeto al Medio Ambiente, para evitar la generación de vulnerabilidad, al establecer vías de comunicación, o el desarrollo industrial, y siempre considerando la preservación de la cultura de los pueblos.

A diferencia de la raza humana, la Naturaleza tiene memoria, y siempre tenderá a resistir la agresión que le inflige el desarrollo. De una u otra manera, cobrará, como ya lo ha hecho, la falta de respeto y de conciencia que el ser humano le ha demostrado. Si hay menos manglares, los huracanes impactarán con más fuerza, si se sobreexplotan los mantos acuíferos, los sismos serán más violentos, si hay una tala inmoderada y no hay reforestación, los deslizamientos de laderas, incendios forestales y sequías serán cada vez más agresivos…

La reflexión es que entre más conscientes seamos de cuidar el Medio Ambiente, de respetar y convivir con la Naturaleza, en cuanto a desarrollo y progreso se refiere, los fenómenos naturales serán más condescendientes.

Mtro. César Orlando Flores Sánchez.