Unos
días antes de terminar la temporada de ciclones tropicales 2019 que no causaron
mayores problemas a nuestro estado, se presenta del 28 al 29 de noviembre la
conjugación de la segunda tormenta invernal en la región con el frente frío No.
19 que impactó desfavorablemente a Sonora con históricas lluvias, escurrimientos
pluviales e inundaciones no recordadas históricamente en nuestro territorio,
causando grandes daños y pérdidas en varias comunidades e infraestructura.
Diversas
escenas y mensajes como los grupos de auxilio rescatando personas que quedaron
atrapadas sobre las azoteas de sus viviendas, nuestra Gobernadora atinadamente
solicitando prudencia a la población para que no pusieran en riesgo sus vidas y
solicitando a las fuerzas del orden evacuar las zonas con mayor riesgo, así
como mensajes en redes sociales dirigidos al Gobierno Estatal solicitando ayuda
para el rescate en diversas comunidades, reflejo de autoridades municipales y
sociedad totalmente desconocedoras de sus riesgos y el que hacer antes, durante
y después de las amenazas.
Nunca
pasa nada, hasta que pasa. Creo que en éstos municipios existe un Consejo
Municipal de Protección Civil que por lo visto hasta ésta emergencia, poca
importancia le prestaban a éste tema dejando como siempre, todo en manos del
Estado y la Federación; sin lograr comprender realmente lo que es el Sistema
Nacional de Protección Civil. Pero bueno, la noticia es que el cambio climático
(el que Donald Trump dice es un cuento chino) ya es una realidad y éstos
fenómenos, aunque nunca antes se hayan visto, como asegurarán muchos
habitantes, serán más frecuentes y de mayor intensidad. Esta amarga experiencia
debe de servir para enfocarse hacia lo importante, la vida humana como premisa
y en seguida a la protección del patrimonio que para muchos es su modo y
sustento de vida.
¿Qué
debemos de hacer? Como ya lo comentaba, adecuar e implementar los casos de
éxito. La Secretaría de Protección Civil del Estado de Chiapas diseño en 2014
un programa preventivo, mejor llamado PP5 que consta precisamente de cinco
pasos que por espacio describo muy en general: 1) Creación y organización de
comités de prevención y participación ciudadana; 2) Capacitación para identificar riesgos y elaborar su plan
comunitario de protección civil; 3) Comunicación con la autoridad de protección
civil a través de equipo exclusivo y un enlace permanente; 4) Cómputo y Sistemas
para que toda la información recibida sea digitalizada cartográficamente y de
manera sistematizada que permita y facilite la toma de decisiones y, 5)
Operación por la propia comunidad del programa preventivo de protección civil.
Por
la fecha de su creación, el PP5 se fundamenta en la Estrategia # 3 de Marco de
Hyogo, que refiere a utilizar el conocimiento, la innovación y la educación
para crear una cultura de seguridad y resiliencia a todos los niveles.
Recordemos que el Marco de Sendai retoma las mejores prácticas de su antecesor
y por lo tanto el PP5 mantiene su vigencia particularmente por los resultados
obtenidos.
“Prevenir
lo previsible”. El objetivo de éste programa, ya Premio Nacional de Protección
Civil, es el de transferir los conocimientos de la protección civil a la
población, para fortalecer el plano comunitario de la autoprotección, elevar su
sensibilidad preventiva ante los riesgos, posibilitando la construcción de
capacidades propias para conocer los riesgos, anticipar, preparar, enfrentar y
recuperarse de los desastres en forma autogestionada, coordinada, organizada y
solidaria.
Por
último, retomo algunas palabras del Maestro José Luis Flores Gómez: "La
respuesta socialmente organizada es aquella que aplica la sociedad
conjuntamente con la autoridad, compartiendo el conocimiento de las amenaza a
las que está expuesta y de los mecanismos para responder a ello, mitigando
solidariamente los efectos negativos de los agentes destructivos... Es
fundamental para entender la nueva filosofía de la Respuesta Socialmente
Organizada, ya que es la orientación que empieza a manejarse de manera
internacional, donde la sociedad forma parte de la solución y no del problema,
dejando atrás la victimización de la sociedad y dando pauta a su participación
en su auto protección"
(Metaemergencia Mx, 2019).
La
Agenda 2030 y los Objetivos para el Desarrollo Sostenible tienen una premisa
clara y contundente: “Que nadie se quede atrás”, y, solamente con acciones de
gobernanza y corresponsabilidad podremos lograrlo. La receta ya la tenemos,
falta actuar eficientemente.
*Imágenes tomadas de redes sociales. Puedes encontrar mayor información en las siguientes ligas:
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