Buenos días compañeros y feliz año nuevo

Buenos días compañeros y feliz año nuevo, les pido una disculpa por no haber escrito los últimos meses….pero cuando situaciones de vida te afectan…realmente pegan con tubo, pero bueno, la vida sigue y hay que ver también el mundo que nos rodea; les robo un poco de su tiempo para poder disertar de un asunto que últimamente ha rondado mi cabeza y que me causa más preocupación que ocupación. Es innegable que en los últimos meses hemos atestiguado (algunos como espectadores….otros como artífices) de un posible cambio de perspectiva en cuanto a la GIRD (Gestión Integral del Riesgo de Desastre) en nuestro país, se respiran vientos de cambio y una nueva manera de hacer las cosas; cambios desde el ámbito político y social que pareciera estar tomando rumbo adecuado, donde por ejemplo, se percibe una mayor apertura por parte de las autoridades a la participación de la sociedad organizada en la toma de acciones y decisiones que competen el marco de la GIRD. Los cambios políticos suelen venir acompañados de una revolución en los puestos clave de las dependencias encargadas de tan importante labor como lo es la Protección Civil (todavía se le conoce con este término a nivel público) y hasta ahora en resumen, podemos valorar que al menos en el ámbito Federal y algunas entidades federativas y municipales, se está anteponiendo el profesionalismo a la política. Los profesionales del ramo, vemos con buenos ojos y una pizca de fe, que nuestros flamantes y nobeles funcionarios están tomando las decisiones acertadas en cuanto a quien escuchar y de quien rodearse, personal con conocimientos bastos e inmersos en la Gestión Integral de Riesgos de Desastres en puestos clave y activos dentro de la administración pública. También hay que mencionar, que esto no es el caso en todos los municipios o estados; donde con la pena y vergüenza que como ciudadanos tendríamos que tener, vemos como nuestras nobeles autoridades parece que no entienden (o fingen no entender) de la importancia de esta labor y anteponen por motivos personales o políticos, a individuos que no tienen ni la menor idea de lo que representa y ocupa la GIRD. La perspectiva equivocada de que las Coordinaciones (o direcciones) municipales de Protección Civil son una mina de oro que debe ser explotada al máximo en cuanto al ambiente económico de ingresos municipales ( y por qué no mencionarlo, también de los ingresos “No Oficiales”…vulgo mordidas), aprovechando la cantidad de requisitos, obligaciones y de más artilugios legaloides que utilizan para presionar al empresariado y que hemos visto crecer año con año en cada revisión, adecuación y modificación de los reglamentos municipales, que por un lado ahogan a los empresarios con una tramitología casi imposible de cumplir, costos de anuencias altísimos, registros de acreditación, etc. ….pero no contempla las obligaciones de la autoridad como contraprestación, simple y sencillo, las coordinaciones municipales se han convertido en una oficina recaudatoria más, y dejado al garete las obligaciones y funciones que emanan desde la LGPC. En resumen…. No cumplen su función completamente y por ende han creado una sicosis entre el empresariado, donde ya le temen más a los inspectores de Protección Civil que a los fiscales o a la misma delincuencia. La GIRD requiere de profesionales en el ramo que abanderen causas sociales, que le den mayor valor a la vida, que se preparen y ayuden a preparar a la sociedad en caso de una situación de Desastre. En pocas palabras (y aquí si debemos entrar al quite como ciudadanos) debemos exigir a las autoridades municipales, que ya detengan ese terrorismo “fiscal” y que se pongan a trabajar en lo que deben, anteponiendo el profesionalismo a sus gustos y preferencias personales o compromisos políticos en cuanto a la selección del personal de la coordinación (o dirección) de protección Civil, desde su Titular…hasta los inspectores y personal de apoyo. La labor de Protección Civil es la de coordinar los esfuerzos Preventivos y operativos para evitar la pérdida de vidas humanas y mitigar los daños materiales en caso de la afectación de algún fenómeno que desencadene en un desastre; No es ni debe ser la de oficina recaudatoria de derechos y permisos. En fin, espero que se inicie una “transformación” desde lo particular hasta lo general. Les mando un fuerte abrazo y hasta la próxima Biol. Ruben Borau G. Cancún, Q.R. Enero 2019