Por Raymundo Padilla Lozoya*
Estoy muy contento por el
resultado del curso Memoria asociada a
los desastres, que impartí en la Escuela Nacional de Protección Civil,
campus Chiapas, gracias a la invitación de Luis Manuel García Moreno,
Secretario de Protección Civil del Estado de Chiapas, del director de la
escuela, Capitán Juan Antonio Vargas Reyes, del presidente del Colegio Mexicano
de Profesionales en Gestión de Riesgos y Protección Civil A.C. Jorge Paz y de
su representante y tesorero el licenciado José Rafael Pérez Vargas, así como
del personal de logística: Michelle, Claudia, Ana Gabriela y Eric, entre otros cuates. Y por
supuesto gracias al interesante público compuesto de funcionarios de Protección
Civil, técnicos, especialistas y estudiantes que acudieron de Tabasco, Guerrero
y Chiapas.
Durante cinco horas les presenté
un amplio temario que inició con un panorama de los antecedentes de desastres
que se han presentado en la historia y la manera como influyeron en los cambios
de paradigmas para su comprensión conceptual. Además identificamos cómo la
instrumentación tuvo una influencia desde el siglo XVI en la caracterización de
los fenómenos físicos, pero también en la racionalidad científica que por
siglos ha asociado los desastres a fenómenos naturales, casi exclusivamente.
La segunda parte analizamos lo
relativo a la memoria individual y la memoria colectiva. Precisamos lo relativo
a la memoria nacional y cómo se manifiestan los elementos que fortalecen la
memoria. Así como los usos que es posible hacer de la memoria para fines
políticos, pero también para labores de Gestión Integral de Riesgos y
Desastres, porque en su mayoría son artefactos, “semiósforos” o vehículos de la
memoria que surgen desde las comunidades, o al menos de los grupos de poder y
tienen una amplia gama de aplicaciones.
En la tercera parte del curso
identificamos las múltiples fuentes que abonan elementos a la memoria asociada
a los desastres. También se expusieron casos efectivos donde la memoria es un
importante factor para fortalecer lo dispuesto en la Ley general de Protección
Civil, sobre todo con relación a la denominada “Cultura de Protección Civil”. Y
por el contrario se hicieron evidentes los casos en los cuales ignorar la
memoria asociada a un peligro o antecedente de desastre ha sido muy lamentable
para ciertas sociedades.
Finalmente se propuso al público
asistente una dinámica para que surjan ideas concretas para el desarrollo de
memorias asociadas a desastres, que fortalezcan la GIRD. Se recibieron más de
200 propuestas, las cuales serán monitoreadas en los siguientes meses para
observar su evolución, evaluar su aplicación y exponer resultados en un foro
dentro de un año.
El curso sirvió para
mostrar que la historia tiene mucho por aportar a la Gestión Integral de
Riesgos y Desastres, desde sus particulares enfoques metodológicos y técnicos,
y sobre todo para recordar que “olvidar nos hace vulnerables”.Periodista, historiador y antropólogo, especialista en riesgos y desastres, Universidad de Colima. Email: rpadilla@ucol.mx
Publicaciones académicas: https://ucol.academia.edu/Raypadillalozoya
Gracias por todo tu apoyo amigo. Excelente Estar Presente.
ResponderEliminarGracias a ti amigo, por hacer posible este curso-taller tan disfrutado por tu servidor.
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