“ ES MOMENTO DE MEJORAR”
Platicaba con un colega centroamericano sobre lo sucedido en
las últimas semanas, y a lo largo del año, en México y Latinoamérica;
principalmente de lo que adolecemos como hemisferio en el tema de Prevención y de
Reducción del Riesgo de Desastre, y de cómo nuestro país tiene todo para asumir
nueva y definitivamente el Liderazgo de América Latina, principalmente en estos
temas. Resulta preocupante que México se haya convertido en una especie de
sándwich: por un lado, no somos totalmente parte de los países del norte de
América y por el otro hemos perdido los contactos y la imagen como parte de
Latinoamérica. Desafortunadamente, estarán de acuerdo conmigo, se requiere nada
más voluntad política para hacerlo, y con ella la cascada de acciones y
nombramientos que implican a la Administración Pública de los tres niveles de
gobierno y de ahí, a la sociedad civil en su conjunto.
Dentro de los conceptos de Seguridad, se encuentra la
Seguridad Regional cuyo contexto es el siguiente: La seguridad regional y la formación de alianzas estratégicas con
países vecinos a través del principio de responsabilidad compartida, integran
las acciones para prevenir los riesgos, enfrentar amenazas y reducir las
vulnerabilidades que afectan la seguridad y el desarrollo de la región. Si
se asumen los fenómenos perturbadores, como debe hacerse desde la perspectiva
multidimencional de la seguridad, como amenazas a la seguridad de la Región, se
podrían poner en marcha esquemas que redujeran la vulnerabilidad, aumentando la
capacidad de enfrentar esas amenazas, previniendo riesgos, todo ello encaminado
a la consecución de la Reducción de Desastres, participando y aprendiendo
allende las fronteras.
Sin embargo, repito, la voluntad política sigue mirando hacia
otros lados, menos en la prosperidad de la Unión, como marca nuestra Carta
Magna. Es decir, considerar la Protección Civil parte nodal de la agenda
pública en el campo de lo social debe ser imprescindible, y en primer término,
someter el actual ordenamiento en la materia a una profunda revisión y análisis
de sus orientaciones y contenidos para, eventualmente, promover las reformas
requeridas, ya que evidentemente, después de su inclusión en 2009, forma parte
importante de nuestras instancias de Seguridad Nacional, pero no le han dado el
valor que exige su importancia, y ahí están los resultados.
Como algunos de los agentes perturbadores son previsibles, es
posible aplicar el siguiente principio: si por su magnitud no se puede eliminar
la causa, entonces la visión sería disminuir sus efectos destructivos. Esto se
logra mediante programas de prevención, auxilio, recuperación y continuidad de
operaciones, como ya lo hemos analizado suficientemente, pero sobre todo
haciendo un especial énfasis en la educación para la gestión integral de
riesgo; es posible ampliar los estudios de riesgo-vulnerabilidad en los
municipios, en las entidades federativas y en el país como Estado,
concientizando a los diferentes sectores de la sociedad civil, es decir el privado,
el público, el académico, y de los tres niveles de gobierno, federal, estatal y
principalmente municipal. Éstos son elementos fundamentales y necesarios en el
desarrollo para la cultura dentro de la vida de una comunidad.
Ahora en la radio he escuchado sobre el Plan MX, y está muy bien, pero
únicamente para la respuesta. Lo que deseo escuchar es un Programa Nacional de
Prevención, pero inclusivo, público, general, que abarque a todas las dependencias
federales, estatales y, principalmente, municipales; que es donde más se
necesita fomentar las actividades, acciones y cultura y educación preventivas.
Y socializarlo de manera eficaz. Evitar que los municipales crean que es una
oficina para robar y multar, cuyo requisito para ser director de Protección
Civil es haber apoyado en la campaña…
Sin estos temas en las Agendas Nacional, estatales y
municipales, seguirá habiendo daños a la infraestructura, seguirá deteniéndose
el desarrollo, seguirán cayendo edificios, seguiremos contemplando cómo los
ríos se llevan casas y comunidades enteras, y lo peor de todo, seguiremos
perdiendo vidas…
Es tiempo ya de modificar la estructura de las dependencias y
crear una Dirección General de Protección Civil en cada una de ellas; es tiempo
de reactivar el Servicio Militar Nacional, con carácter obligatorio para
hombres y mujeres enfocado a crear brigadistas; es tiempo ya que las
televisoras dejen de producir series que atentan contra los valores sociales y
creen series educativas tendientes a la Reducción de Riesgos, y por supuesto que
la sociedad las vea. Todo lo anterior encaminado, no solamente a crear una
cultura resiliente y preventiva, sino a generar una educación nacional en este
tema.
Es tiempo de dejar de lado la mediocridad en el concepto de
Protección Civil, y evitar ya los “cursitos de brigadistas”, apostarle a la
educación, no a la capacitación, dado que básicamente está considerada como un
proceso a corto plazo.
Si exportamos telenovelas y programas como el “Chavo del 8”,
bien podríamos ser generadores de una cultura preventiva a nivel
latinoamericano, e internacional. Saquémonos la espinita, pues.
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La tormenta tropical “Nate” se movió ligeramente al Este, lo
que sacó al territorio de Quintana Roo de la trayectoria de impacto directo del
meteoro.
Si se prepararon, aplaudo su compromiso por la prevención; si
no lo hicieron, agradezcan la benevolencia de la naturaleza.
Pero no es válido querer denostar a los que procuramos que la
cultura de la prevención sea parte de la vida.
No, no fueron oraciones, ni un mal pronóstico, ni fuimos
alarmistas. Así son los meteoros, cambian todo en un momento, y eso... los hace
aún más peligrosos.
Insisto, la mejor forma de decir, es hacer.
César Orlando Flores Sánchez
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