Que
nos pasa era el nombre de un programa producido por el recién finado Héctor
Suárez a finales de los 80’s que trataba de una sátira al comportamiento social
y político de la época y sirve para hacer unos comentarios sobre la pandemia
Covid-19.
Según
el comportamiento de la propagación del virus en nuestro país y a la OMS, nos
deberíamos de encontrar en la Etapa 5, denominada “Pandemia en curso” que es
cuando los contagios se salen de control y llegan a su pico más alto; se toman
medidas más extremas: se podría prohibir totalmente la movilidad o solo atender
en hospitales a grupos determinados de personas (Pareja Cruz, 2020).
Y en
efecto, la transmisión del virus se salió de control, la curva no logró aplanarse
o al menos, según noticias actuales, las acciones implementadas no dieron
margen para mejorar o ampliar la infraestructura de salud. En las diversas
conferencias que especialistas nacionales e internacionales sustentaron durante
tres meses en el CMPGRYPC, hubo dos palabras que fueron común denominador ante
el riesgo de desastres: corresponsabilidad y empatía.
Imagen de internet: MetamorphosisPR
Independientemente
de medidas, comunicación y estrategias utilizadas, lo que es una realidad es el
comportamiento social que dista mucho de ser corresponsable y empático. Esta
conducta colectiva, indudablemente debe de ser profundamente estudiada por los
expertos para documentarla como una de las lecciones aprendidas de ésta
contingencia para implementar planes y programas en futuras pandemias.
La
nueva realidad, no normalidad, está ocasionando graves problemas por la pérdida
de salud y bienestar de muchas familias y, desde ya, percibimos que
indirectamente está ocasionando un impacto negativo en las áreas social,
económico y cultural.
Imagen de internet: conceptodefinicion.de
Al
considerarse un virus endémico, dicen los expertos que el 80% de la población en
algún momento enfermará de Covid-19, el gran problema es que sea ahora, cuando
no se cuenta con suficiente capacidad de atención hospitalaria. No te confíes,
cada organismo reacciona distinto, unas personas se recuperan, otras mueren.
En
ésta etapa de la pandemia, al perderse el control del contagio, debemos de
considerar que todos somos portadores asintomáticos del coronavirus, por lo
tanto la única medida preventiva que debemos de considerar es el auto-cuidado y
ésta responsabilidad es únicamente tuya, es lo que personalmente te corresponde
hacer, las medidas de higiene personal y, aunque después de tres meses suene
trillado: quédate en casa, lávate las manos frecuentemente, no te toques la
cara, usa correctamente cubre bocas, mantén limpio y ventilado tu espacio y
guarda la sana distancia; y si tienes que salir de casa, hazlo con toda responsabilidad.
Imagen de internet: orchard college
A
manera de conclusión transcribo lo que acertada y oportunamente compartió el
Mtro. Luis Eduardo Pérez Ortiz Cancino sobre la percepción daltónica del
riesgo: “Lo que no se ha entendido del
semáforo naranja es: 1) El peligro por el virus es mayor que nunca; 2) No es
momento de salir; 3) Hay una cama ventilador esterándote para cuando estés
muriendo”.
Entonces si ese es naranja, solo imagina que pasara cuando
estamos en color rojo. Vuelvo a preguntar ¿Qué nos pasa?
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